Los gastos militares complican la ejecución del Presupuesto español
El coste de la guerra empieza a pesar como una losa en las cuentas públicas, que deben hacer frente a una multitud de gastos extraordinarios. Ya se han cargado al presupuesto del Estado 34 millones de euros en gastos militares por el envío de 1.100 soldados y otros 20 millones en créditos FAD de ayuda humanitaria para futuros desplazados.
La guerra en Irak llega en un momento delicado para las finanzas de los países desarrollados, con economías en plena fase de desaceleración, y algunos de ellos, como Alemania, rozando la recesión. En el caso de Estados Unidos, el presidente George Bush ha echado mano, incluso, del hasta ahora superávit presupuestario para financiar el conflicto, presentando un déficit fiscal para el presente año superior a los 300.000 millones de dólares.
En el caso de España, su reducida participación en el conflicto (por lo menos, lo anunciado hasta ahora), permite que, de momento, pueda sufragar el coste de la guerra con el presupuesto ordinario, aunque suponga un peso añadido a las arcas del Estado.
Hasta ahora, el Gobierno ha autorizado la participación de 1.100 militares en la crisis de Irak. De ellos, 868 corresponden a los tres buques desplazados en misión humanitaria: el buque de asalto anfibio Galicia, el petrolero Marqués de la Ensenada y la fragata Reina Sofía. Otros 232 soldados corresponden a la tripulación de los aviones F-18 para la defensa de Turquía, así como un avión cisterna y un helicóptero de salvamento y rescate.
El Gobierno prevé que todo ello tenga un coste de 34 millones de euros por cada trimestre que pase. Unos 16 millones de euros corresponderían al operativo naval y otros 18 millones, al aéreo, según Europa Press. En un principio, los gastos se van a imputar al presupuesto ordinario del Ministerio de Defensa, en el concepto de 'operaciones de mantenimiento de la paz'.
El problema surgirá si la guerra se alarga más de lo debido y, si se aprueban nuevos contingentes militares, aunque sean con fines 'humanitarios', lo que vendría a sobrecargar las exiguas arcas de Defensa. Para 2003, el presupuesto de Defensa cuenta con 7.500 millones de euros, de los que 6.200 millones corresponden al Estado (el 1% más que el año anterior). El resto, a sus organismos autónomos.
Con poco más de 6.000 millones de euros, el departamento que dirige Federico Trillo tiene que hacer frente a multitud de programas como el incremento de los efectivos de tropa y marinería (hasta 86.000). Las inversiones reales, incluidas también en el presupuesto ordinario, ascienden a 1.709 millones de euros.
Durante este año está previsto también que se continúe con la recepción de carros Leopardo, fragatas F-100 y aviones EF-2000, dentro del plan especial de inversiones del ministerio. Además, se debe hacer frente a otros proyectos como la actualización de la vida media del F-18, los cazaminas 2ª serie y la adquisición de armamento. Debe haber hueco también para sufragar las operaciones de mantenimiento de la paz en los Balcanes y Afganistán.
Con todos estos gastos, el presupuesto de Defensa para sufragar la participación española en la guerra con Irak no da para mucho.
Fondo de contingencia
Si el conflicto se enquista (el presidente Bush ha anunciado un conflicto largo a pesar de que las tropas norteamericanas han avanzado mucho en los primeros días), al Gobierno español no le quedaría más remedio que financiar las operaciones militares de apoyo a EE UU y Reino Unido como gastos extraordinarios. Pero la Ley de Estabilidad Presupuestaria limita este tipo operaciones. De hecho, sólo se dispone de un fondo de contingencia (2% del gasto total presupuestado para el Estado).
Este fondo está dotado para este año con 2.290 millones de euros. Y debe valer para todo tipo de contingencias, además de las militares. Para este año, ya hay dos de calado. La primera de ellas son los gastos para paliar la catástrofe provocada por el hundimiento del petrolero Prestige. En 2002 se dotaron 260 millones.
Para 2003 se han dotado por el momento más 900 millones de euros, sin que estén incluidos los fondos que serán necesarios para extraer el petróleo que queda en el barco o sepultar el buque en el fondo del mar (el Gobierno aún no ha tomado una decisión). El Ejecutivo prevé que la Unión Europea sufrague parte de estos gastos a través de fondos estructurales.
Otros gastos extraordinarios que deberán financiarse a través del citado fondo de contingencia son los derivados de la compensación a los municipios por la supresión del IAE para el 92% de las pymes, compromiso que adoptó el Gobierno, debido a que el IAE es una fuente importante de financiación de muchos ayuntamientos.
Desde el Ministerio de Hacienda se afirma que, por el momento, no se tiene preparado ningún 'presupuesto B' para financiar la guerra. El déficit cero sigue siendo su objetivo para este ejercicio. Pero todo ello depende de la duración del conflicto.
Fondos para atender a miles de refugiados iraquíes
Junto a los gastos militares, el Gobierno español se ha comprometido a financiar parte de los fondos que serán necesarios para atender a los miles de refugiados iraquíes que se desplazarán de sus hogares huyendo de la guerra.El Ejecutivo ha decidido habilitar una línea de crédito para ayuda humanitaria por importe de 20 millones de euros para Siria, Jordania e Irán (países que se supone acogerán población iraquí). La línea se habilitará con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).Por su parte, la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce) tiene abiertas las coberturas con todos los países de la zona.España podría acoger a un contingente hasta de 5.000 desplazados iraquíes en una primera fase, si se activara la directiva europea de protección temporal, según estimaciones de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). En una segunda fase podría acoger a varios miles más, repartidos entre todas las comunidades autónomas.Precisamente, CEAR presentará hoy en el Congreso una iniciativa pidiendo a España que impulse en el seno de la UE la protección temporal de desplazados iraquíes en Europa.El Gobierno español tiene interés en construir un campamento para al menos 3.000 refugiados en la frontera de Irak con Jordania, que gestionaría la Agencia Española de Cooperación Internacional (AECI). El vicepresidente segundo del Gobierno, Rodrigo Rato, está estudiando sus costes.