La inspección detecta 'debilidades' en todos los departamentos de Cajasur

La inspección realizada en Cajasur por parte de funcionarios de la Junta en colaboración con auditores externos, que sirvió de base a la denuncia remitida a la Fiscalía Anticorrupción, no sólo refleja un sinfín de gastos y dietas cobradas sin justificación por el presidente y los consejeros de la caja (ver Cinco Días del 12 de marzo). El informe de la inspección recoge también una serie de inoperancias, irregularidades y debilidades en la mayoría de los departamentos de la entidad, referidos al negocio financiero propiamente dicho.

Así, alarma sobre una 'elevada exposición al riesgo' en las operaciones que realiza la entidad en el mercado bursátil 'sin la debida cobertura' y sobre un 'desordenado proceso expansivo de la red de oficinas'.

El repaso incide también en 'falta de transparencia' y en 'inoperancias muy significativas' en el funcionamiento de la auditoría interna que 'nunca ha auditado el departamento de obra social, ni el área de gastos de presidencia y dirección general'.

Detecta igualmente 'debilidades' tanto en la gestión como en el control interno de la inversión crediticia, con el consiguiente efecto negativo sobre la rentabilidad de la entidad; y denuncia el funcionamiento del área de tesorería, entre otras cosas, por la falta de integración de los sistemas informáticos utilizados por tesorería y mercado de capitales. 'La entidad carece de una aplicación adecuada para gestionar el riesgo de crédito, y en relación con el riesgo de mercado, no hay establecidos límites por operación, fijándose solamente por carteras', señala.

La caja tampoco aprueba en lo que se refiere a sus sistemas tecnológicos. 'Carece de un plan estratégico de tecnologías de la información coherente con su línea de negocio', se señala.

Los inspectores destacan también irregularidades en los procesos de contratación de personal. De acuerdo con opiniones recogidas de los sindicatos, 'estos procesos se basan muchas veces en los 'contactos' del candidato. UGT denuncia, además, que 'tanto al acceso a la caja como la promoción en la misma se ven condicionados por el grado de aceptación de la ideología dominante en la entidad'.

Respecto al inmovilizado, critica que la selección de proveedores para compras de mobiliario e inversión en instalaciones es decidida por el director de administración, inmovilizado, obras e instalaciones sin límite alguno, sin que tenga conocimiento el consejo de administración o la comisión ejecutiva, con lo que se incumplen los propios estatutos de la caja. Además, de las operaciones analizadas en este ámbito se descubre 'una asunción innecesaria de riesgos al adquirir en los últimos ejercicios terrenos por importe superior a 93 millones de euros que han sido vendidos a su vez a sociedades participadas a través de opciones de compra'.

El informe recoge también un capítulo amplio sobre la inspección en la obra social, donde destaca tres defectos fundamentales: 'el carácter presidencialista en la gestión de la obra social, la falta de procedimientos establecidos y la falta de control'. Según el texto, 'en su mayor parte las decisiones sobre la obra social en esa entidad es llevada a cabo directamente por el presidente, sin que sea requerida ni siquiera la aprobación por parte del consejo ni de la asamblea de las decisiones por aquél adoptadas', lo que también contraviene los estatutos.

Medel pide más coordinación en la supervisión

El presidente de Unicaja, Braulio Medel, propuso ayer a la Junta de Andalucía que la Consejería de Economía y el Banco de España hagan una inspección conjunta de las cajas de ahorros, modelo de control que la titular del departamento, Magdalena Álvarez, supeditó a la firma de un acuerdo con ese organismo, informa Efe. Medel, que asistió ayer a la entrega del II Premio Málaga de Economía, manifestó en rueda de prensa que espera que 'en un futuro no muy lejano' la misma inspección sirva para la Administración central y autonómica, y apuntó que en otros ámbitos existe y no son necesarias dos actuaciones tutelares. A su juicio, 'es posible y deseable una coordinación' y confió en que 'una vez que esto camine un poco, será la solución a la que se irá'.El también presidente de la Federación Andaluza de Cajas Ahorros (FACA) enmarcó las inspecciones en 'cuestiones de ámbito interno' que adquieren 'interés externo sin que parezcan existir razones objetivas para ello'. No obstante, reconoció que las cajas de ahorros andaluzas atraviesan desde hace cinco años una 'situación atípica que no se da en otros ámbitos de la geografía española', que espera que 'para otoño se serene definitivamente'.Medel añadió que el funcionamiento de nuevas normativas requiere 'unos tiempos de adaptación y de encaje', y que dentro de unos años 'será una cosa normal que se analicen las cuentas de cajas bajo tutela de las comunidades autónomas'.