España tiene alternativas de suministro en caso de bloqueo marítimo en el Golfo
España importa sólo alrededor del 4% del petróleo que consume al año de Irak, por lo que la guerra que acaba de iniciarse tendrá en principio una escasa influencia en el suministro. Pero las petroleras que operan en el mercado español, especialmente Repsol YPF y Cepsa, analizan otras posibles consecuencias del conflicto. Desde los centros de control de abastecimiento de las compañías también se tiene en cuenta si la guerra puede obstaculizar el tráfico marítimo en el golfo Pérsico, tema que influiría en las exportaciones de otros países del área, en la medida que no tengan capacidad para canalizar el suministro a través de oleoductos.
Pero, incluso en esas circunstancias, las compañías no muestran inquietud dada la reciente evolución del mercado de petróleo, en el que se que han unido la absorción por la OPEP de la producción de dos millones de barriles al día que Irak ha tenido que abandonar, a la solución del conflicto político-laboral que había afectado a Petróleos de Venezuela. España, se añade, puede sustituir el petróleo proveniente del conjunto de países del golfo Pérsico con el aumento de las importaciones del mar del Norte, México, Venezuela y países del África occidental, especialmente de Nigeria.
En el pasado año, Rusia se convirtió en el principal suministrador de petróleo del mercado español, con una cuota del 14%, seguido de México, con el 13,8%. Y Rusia, con sus inmensos yacimientos ubicados en Siberia, añaden los expertos, se perfila también con capacidad para reemplazar crudo de orígenes más conflictivos.
Yacimientos iraquíes
Pese a su gran riqueza en hidrocarburos, las compañías rusas también han optado por tomar posiciones en otros países. Y Lukoil, como la francesa Totalfina Elf y otras multinacionales, es una de las empresas que lleva años a la espera de poder participar en la explotación de los yacimientos de ese país. Pero esos intereses han estado básicamente latentes, ya que Irak tiene restringidas sus exportaciones a consecuencia del embargo decretado por la invasión de Kuwait ; así, las ventas al exterior se han tenido que ajustar al programa Petróleo por Alimentos. Incluso ese programa, controlado por la Organización de las Naciones Unidas (ONU), se suspendió el año 2000 cuando el Gobierno de Bagdad intentó imponer una sobretasa no contemplada en los acuerdos.
La presencia de Lukoil, Totalfina, el grupo italiano Eni, así como la de la empresa china CNCP, la saudí Aramco y Repsol YPF, en menor medida, se debe a la decisión tomada en 1997 por Sadam Husein de abrir parcelas de sus campos de petróleo a empresas extranjeras. Y un total de 60 compañías se interesaron en participar en esa estratégica operación, de la que fueron excluidas las estadounidenses por la imposición de la teoría del senador republicano D'Amato. No obstante, los grupos beneficiados no han superado la fase del estudio de las inversiones cara a elevar la producción cuando el embargo sea levantado.
Mientras la producción en Irak se mantiene en manos de la empresa estatal Inoc y las ventas en el exterior son controladas por la también empresa pública Somo. Este grupo, a través de otros grupos interpuestos, ha ido colocando el crudo iraquí en diversos países, y casi el 75% ha tenido como destino Estados Unidos. Los expertos añaden que Irak cuenta con reservas para multiplicar casi por tres su producción actual, pero con significativas inversiones.