EE UU y Reino Unido invaden el sur de Irak y redoblan los bombardeos masivos sore Bagdad
La ofensiva militar 'sin precedentes', que según el secretario de Defensa de EE UU, Donald Rumsfeld, se desarrollará en Irak, comenzó ayer por la tarde (hora española) con toda su fuerza con un nuevo bombardeo sobre Bagdad, el lanzamiento de misiles en el sur del país y la entrada de efectivos terrestres en territorio iraquí.
La guerra que EE UU comenzó contra Irak en la madrugada del jueves dio paso, en menos de 24 horas, a la toma del puerto fronterizo de Umm Qasr, a 50 kilómetros al sur de Basora y principal vía de entrada de mercancías a Irak. EE UU parece dispuesto a emplear todo su potencial para derrocar definitivamente a Sadam Husein.
La artillería estadounidense comenzó a disparar contra posiciones situadas en la ciudad de Basora, a 400 kilómetros al sur de la capital, que fueron respondidos con proyectiles antiaéreos iraquíes y provocaron la explosión de varios edificios. Este ataque dio paso a la ofensiva terrestre y a la entrada de tropas en el país, apoyadas por siete aviones de combate.
En Bagdad, las sirenas antiaéreas anticiparon los bombardeos masivos sobre la capital, con misiles tipo Crucero en el centro de la ciudad, en la zona que concentra los edificios oficiales y los ministerios, donde se incendió el Ministerio de Comunicaciones.
El Pentágono aseguraba haber alcanzado importantes instalaciones para el liderazgo iraquí. Bagdad sólo reconoció cuatro muertos.
El desarrollo de la dura ofensiva militar llevada a cabo en la noche de ayer puede ofrecer hoy una nueva perspectiva a los mercados, que ayer se vieron sorprendidos por la advertencia del presidente de EE UU, George Bush, de que 'la guerra será más dura y larga de lo previsto por algunos'.
Este escenario desconcertó a los mercados, que confiaban en una ofensiva corta y exitosa. Si los inversores hacen bueno cada día el dicho que les atribuye 'reaccionar a los rumores y descontar los hechos', la parálisis fue ayer la gran respuesta de las Bolsas mundiales al lanzamiento del ataque. Cuando todo apuntaba al fin de la incertidumbre con el lanzamiento de la ofensiva contra Irak, los condicionantes que han pesado sobre el rumbo de los mercados internacionales en los últimos meses no sólo se mantenían en el nuevo escenario de conflicto más largo, sino que amenazaban con agravarse.
Bush es consciente de que la guerra se libra en ambos frentes, el militar y el económico, y en su comparecencia de anoche (hora española) reiteró que 'este Gobierno tiene confianza en este país', y de la prioridad que su equipo da al crecimiento económico, sobre cuya vitalidad no hacen más que crecer las dudas, informa Ana B. Nieto desde Nueva York.
Las Bolsas europeas esperaron a la apertura de Wall Street, con leves caídas, para decidir el sesgo definitivo de la jornada. De fondo, las declaraciones de los responsables estadounidenses donde reconocían que el objetivo de alcanzar a Irak en los primeros bombardeos había fracasado.
La volatilidad del petróleo refleja el desconcierto de los inversores. La distancia entre el precio máximo y el mínimo alcanzado ayer en la cotización del barril de brent alcanzó los dos dólares. Los rumores, luego desmentidos, de que Irak había procedido al incendio de algunos pozos en el sur del país disparó temporalmente la cotización del pasa a la Página siguiente