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Conflicto de Irak

Los ministros de Finanzas de la UE aúnan posiciones para responder a la crisis

El inminente ataque contra Irak planeó anoche sobre la reunión extraordinaria de los ministros de Economía y Finanzas de la UE. El encuentro, convocado en teoría para buscar un acuerdo sobre varias directivas de armonización fiscal y preparar la cumbre europea de hoy y mañana, se vio marcado por la necesidad de buscar una respuesta común si la guerra profundiza la crisis económica que atraviesa la zona euro.

El presidente de la Comisión Europea, Romano Prodi, pidió por escrito a los líderes europeos que en su reunión de hoy 'evalúen la situación económica a la luz de los acontecimientos en Irak y empiecen a considerar si es necesario adoptar algún tipo de medidas urgentes'.

Prodi suspendió in extremis la rueda de prensa prevista para explicar estas propuestas, en una señal más de la improvisación que domina desde hace 24 horas la agenda de las instituciones comunitarias. Fuentes del Gobierno alemán indicaron en Berlín a la agencia Reuters que entre las medidas excepcionales 'hay indicios de que la Comisión podría considerar la guerra como un acontecimiento excepcional' que permitiese a los países aumentar el déficit público.

Grecia, país que preside este semestre la UE, intenta, además, que la grave división política provocada por la crisis de Irak no paralice el funcionamiento normal de las instituciones comunitarias. El desconcierto y la incertidumbre atenazan todos los mecanismos de decisión y la parálisis puede obligar incluso a dilatar decisiones y reformas trascendentales.

La agenda formal de la cumbre de hoy, destinada en principio al proceso de reformas económicas, se perfila como la primera víctima. El Pacto de Estabilidad y Crecimiento, aprobado en 1997 para garantizar la disciplina fiscal de los Estados miembros, puede también quedar en suspenso si los Quince invocan finalmente la cláusula que permitiría considerar la guerra como una circunstancia excepcional. Y los relevos pendientes en la cúpula del Banco Central Europeo (el mandato de Sirkka Hamalainen, miembro del comité ejecutivo, expira el próximo 31 de mayo, y el presidente, Wim Duisenberg, quiere retirarse el próximo 9 de julio) requieren una unanimidad que ahora mismo parece difícil de lograr.

Los Quince sopesan, incluso, pedir a Duisenberg que permanezca en el cargo al menos hasta diciembre para poder preparar el relevo. El candidato cuasi oficial a sucederle, el gobernador del Banco de Francia, Jean-Claude Tritchet, no acaba de superar el proceso judicial en el que se encuentra incurso y, de momento, nadie ha presentado un candidato alternativo.

El presidente de turno del Consejo, el ministro griego de Economía, Nikos Cristodoulakis, afirmó antes del encuentro de ayer que 'todas las medidas que se puedan considerar necesarias para responder a la actual situación deben adoptarse mediante una coordinación absoluta de los Estados miembros'. Hasta ahora, sin embargo, los ministros apenas han alcanzado un acuerdo tácito para informarse de las rebajas fiscales que podrían conceder a ciertos sectores económicos si la guerra provoca una escalada de los precios del petróleo.

Escuchas ilegales en las instalaciones del Consejo Europeo

La sede del Consejo de Ministros de la UE, donde hoy y mañana se celebra la cumbre de primeros ministros, se ha encontrado sometida a escuchas ilegales, según reconoció ayer la propia institución.La presencia de un dispositivo electrónico desconocido vinculado al sistema telefónico disparó las alertas el pasado día 28 durante una inspección rutinaria de las instalaciones. 'Inmediatamente después, un pequeño número de equipos idénticos fueron localizados en otros lugares del mismo edificio', indicó ayer el organismo.Al menos seis países, entre los que figura España, fueron víctimas de las escuchas. Francia, Alemania, Italia, Reino Unido y Austria completan la lista. Fuentes diplomáticas austriacas indicaron que el alcance de la operación ilegal puede superar el 'pinchazo' telefónico, porque algunos de los dispositivos se encontraban dentro de la estructura del edificio desde el momento de su construcción.La sede del Consejo, que luce el nombre del humanista Justus Lipsius, se inauguró en 1995 bajo presidencia española. El actual secretario del Consejo, Javier Solana, criticó al inicio de su mandato en 1999 las carencias de seguridad del edificio, que debía alojar la estructura de la incipiente política común de defensa.Esta nueva unidad se trasladó de hecho a otro edificio cercano de la Unión Europea, considerado más seguro. 'Se está llevando a cabo una investigación interna completa en cooperación con los Estados miembros implicados. En estos momentos desconocemos quién pudo haber introducido estos equipos', comentaron fuentes del Consejo. Por su parte, la OTAN, intentando limar asperezas, aseguró ayer que no planea revisar el reciente acuerdo firmado el viernes con los Quince sobre el intercambio de información militar secreta. 'Tenemos plena confianza en la UE', añadieron.

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