Barcelona invertirá 230 millones en una red de recogida subterránea de basuras
La construcción de la Villa Olímpica de Barcelona, con motivo de los Juegos de 1992, fue la prueba de fuego en esta ciudad para comprobar las virtudes de la recogida neumática de residuos, que permite prescindir de los camiones de basura. La instalación, por importe de dos millones de euros, corrió entonces a cargo de Centralsug Ibérica, filial de la sueca del mismo nombre, que el año pasado cambió su denominación por Envac.
La empresa ha ganado ahora el concurso público para instalar el sistema en el distrito de Ciutat Vella, por valor de seis millones de euros, que concluirá en 2005. Esta iniciativa forma parte del plan director de desarrollo de esta tecnología en los barrios de nueva construcción de Barcelona, que cuenta con un presupuesto de 230 millones para dotar de las infraestructuras de recogida neumática al mencionado distrito de Ciutat Vella, a la Diagonal-Poble Nou y a la ampliación de la Villa Olímpica. El Ayuntamiento de Barcelona prevé prestar este servicio a 220.000 viviendas para 2006.
Marco de desarrollo
Aunque Cartagena, Sevilla y Palma de Mallorca han realizado importantes actuaciones para implantar esta infraestructura a fin de aliviar los problemas que plantea la recogida de basuras en sus centros históricos, Barcelona es la única ciudad del mundo, junto con Hong Kong, que ha establecido un marco definido para su desarrollo.
Este mismo año entrará en funcionamiento parte de la red que servirá a Ciutat Vella, en concreto, en torno al mercado de Santa Caterina. Envac ha incorporado numerosas mejoras en el servicio. Los buzones en los que los usuarios depositan las bolsas de basura tendrán dos puertas, una de uso general, cuya apertura se amplía en 20 centímetros, y otra específica para los comercios, que se abrirá sólo con llave.
Cada llave identificará a cada comerciante y así se controlará el volumen de residuos que genera, con vistas a la implantación de una tasa variable sobre la basura. De momento, sólo se recogerán las bolsas de residuos orgánicos. Aunque Optivac, otra empresa del grupo Envac, desarrolla un sistema de sensores ópticos para identificar las bolsas que contienen el vidrio, papel y envases ligeros.