Constructoras españolas, favoritas para reconstruir el país
En el actual escenario de cuenta atrás hacia la guerra, los analistas y los bancos de inversión han puesto en marcha diferentes variaciones de previsiones y escenarios económicos para después de la guerra. El nuevo entramado de alianzas internacionales empieza a tener su reflejo en las perspectivas económicas y empresariales de los países que apoyan decididamente el conflicto bélico.
Las constructoras españolas ACS, Dragados y Ferrovial serán de las empresas más beneficiadas por el proceso de reconstrucción iraquí. Así lo aseguraba ayer Merrill Lynch en un informe sobre las perspectivas bursátiles del sector en Europa. A su favor juegan 'la valoración, las perspectivas de crecimiento y de concesión de obras', lo que contribuye a reducir los riesgos propios de la incertidumbre global.
En cambio, las francesas Saint-Gobain y Lafarge son las favoritas de cara a la provisión de material de construcción. No en vano, son uno de los líderes mundiales de materiales de construcción y vidrio y la primera cementera del mundo, respectivamente.
Apoyo oficial
Merrill Lynch reconoce que estas hipótesis están muy condicionadas por la evolución del crecimiento de las principales economías y la cuantía de los fondos destinados efectivamente a la reconstrucción.
La ayuda prometida por los aliados (EE UU, Reino Unido y España) para la reconstrucción iraquí y los ingresos procedentes del petróleo que tiene Irak aseguran, dice Merrill en su nota, que algún tipo de actividad en este sentido será necesaria para rehacer parte de lo que se destruya con la guerra. Y aquí es donde el banco recomienda a ACS, Dragados y Ferrovial como valores a tomar en cuenta dada su buena posición 'relativa a la concesión' de obras.
Para las francesas, sin embargo, las perspectivas son algo más difíciles. Según sus cálculos, una reconstrucción del 20% de los edificios construidos en Irak en los últimos 40 años, en la que las empresas occidentales provean por un periodo de cinco años el grueso de las necesidades de cemento, sólo proporcionará a éstas un 1% de demanda adicional en sus mercados de origen. Y eso sin contar con la competencia de compañías árabes del sector.