Bush, Blair y Aznar exigen a la ONU que fije hoy un plazo para atacar Irak
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, dijo ayer que hoy, lunes, es el último día para decidir sobre el proyecto de nueva resolución sobre Irak presentado por EE.UU., Reino Unido y España.
En este sentido recordó que EE.UU. ya dijo que 'los países (del Consejo de Seguridad) deben enseñar sus cartas', en relación con la posición que adopten respecto a Irak.
Bush abrió la conferencia de prensa tras la cumbre de las Azores diciendo que mañana 'es el momento de la verdad para el mundo' porque se exigirá 'un desarme inmediato e incondicional de Irak'.
Preguntado acerca de si eso significaba que mañana es el último día para que la ONU pueda tomar una decisión sobre la nueva resolución, Bush respondió: 'Eso es lo que estoy diciendo'. 'Esperamos que mañana las Naciones Unidas hagan su trabajo, si no todos nosotros tendremos que dar un paso atrás y tratar de pensar en cómo hacer que la ONU pueda funcionar mejor', añadió.
El presidente estadounidense dijo, no obstante, que Sadam Huseín es la única persona que puede evitar la guerra si abandona Irak.
Bush hizo continuas referencias a la jornada de mañana, un día que dijo será 'el momento de la verdad'.
Mañana, dijo también Bush 'es el día que podremos determinar si la diplomacia funciona' y aseguró que se continuará trabajando telefónicamente para tratar de obtener resultados.
No obstante ni Bush ni ningunos de los participantes en esta 'cumbre' aclaró si se piensa llevar a votación mañana el proyecto de resolución que fue distribuido el pasado 24 de febrero en la ONU y que pone un plazo de hasta el 17 de marzo para que Irak demuestre que se ha desarmado completamente.
Ese proyecto, al que al menos Francia ha amenazado claramente con vetar, está estancado en la ONU ya que aparentemente no ha conseguido tampoco reunir los 9 votos que requiere para su aprobación.
En este contexto, los jefes de Gobierno del Reino Unido, Tony Blair; España, José María Aznar, y Portugal, José Manuel Durao Barroso, al igual que Bush, insistieron en que Bagdad ha incumplido la resolución 1441 aprobada por la ONU y que por lo tanto afronta 'serias consecuencias'.
Bush subrayó que o 'el régimen iraquí se desarma por sí mismo, o será desarmado por la fuerza'.Después se apresuró a recalcar que el líder iraquí, 'no se está desarmando', por lo que abogó por una 'acción para evitar la amenaza que representa Irak', porque 'permitirá al pueblo iraquí construir un mejor futuro para su sociedad'.
De su alocución pudo entenderse incluso que da por descontado el inicio de la guerra, decida lo que decida el consejo de seguridad de la ONU, ya que en varias ocasiones circunscribió el papel de este organismo a la reconstrucción futura de Irak.
Esta era la impresión generalizada en Estados Unidos donde ayer se consideraba inminente la guerra. La cadena CNN anunció que el presidente prepara un discurso a la nación dando cuenta de su decisión para iniciar el ataque para mañana por la noche.
Por su parte, Blair y Aznar pusieron en el énfasis en que consideran necesario conseguir el mayor número de apoyos a las decisiones que se tienen que tomar hoy.
En este sentido, el jefe de los inspectores de la ONU, Hans Blix, declaró que Bush, Blair y Aznar, dieron una imagen dividida en la Azores.
Según Blix, 'Bush habló principalmente de cómo liberar Irak y asegurarse de que no tienen armas, mientras que Blair y Aznar, por otra parte, están dando más importancia a tener una última ocasión para unir al mundo y dar a Sadam Husein un ultimátum'.