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IBEX 35

Las artimañas con derivados, el nuevo escándalo en las Bolsas

Warren Buffett puso el dedo en la llaga al denunciar la semana pasada en la carta anual enviada a sus clientes que los derivados eran armas de destrucción masiva. Contaba, entre otras cosas siempre interesantes, que es difícil calcular hoy los multiplicadores de numerosas empresas, porque los balances están contaminados de productos financieros sujetos a la ley de la selva de los futuros. O lo que es lo mismo, cada vez es más complicado trazar proyecciones contables con las que aventurar si una empresas está cara o barata en Bolsa.

Al multimillonario estadounidense le han llovido críticas, auténticos chuzos de punta, en los últimos días. Se han escuchado voces atronadoras con sentimientos contrarios y predicamentos sobre lo baratas que están las Bolsas del mundo. Hay bancos de inversión que no pierden la compostura, ni una sola mueca, que no se sonrojan cuando añaden que las acciones más baratas son, precisamente, las estadounidenses.

Buffett no está solo. El lunes la agencia de calificación financiera Fitch alertó sobre los efectos perniciosos (algunos interpretan que son letales) que la compra de derivados sobre créditos comportan para las aseguradoras y bancos alemanes.

Resulta siempre complejo el análisis de la operativa con derivados y casi imposible la traslación de este fenómeno a la jerga normal. Ahí está la magia, en su inaccesibilidad, como si fuera un coto dominado por unos pocos. En cualquier caso, los expertos que entienden el asunto destacan que con los derivados se han cometido tropelías contables. Es una especie de martingala, un artificio para engañar. Pero comienzan a ser descubiertos y, lo que es peor, los analistas relevantes sugieren que este es el escándalo que viene, suficiente para rematar a unas Bolsas sin aliento.

Los métodos que han utilizado algunas compañías van desde la ocultación del riesgo contraído, porque la factura la firma, que no la asume, un tercero (es el juego en que se mueven las grandes aseguradoras y bancos alemanes) hasta la contabilización de líneas de derivados como beneficio cierto. Este último método ha sido denunciado por Buffett: el beneficio es tangible, no intangible. Además, ¿quién asegura que las apuestas con futuros cerradas vayan a terminar con éxito para el apostante? Hasta ahora, lo normal es lo contrario.

A esta expectativa, pura ciénaga, se une ahora el aviso de algún consejero del banco central estadounidense de que la burbuja inmobiliaria crece por momentos. Alan Greenspan desmintió este hecho hace unos días.

Más presión sobre la Reserva Federal

La Reserva Federal cortará su tasa indicativa de préstamos una vez más, hasta el 1%, y la dejará así hasta mediados de 2004, a juzgar por lo que apuestan los mercados de futuros sobre tipos de interés. Esta es la sentencia de los grandes bancos de inversión estadounidenses.Los máximos responsables del banco central de Estados Unidos (Fed) se reunirán el 18 de marzo, el 7 de mayo y el 26 de junio. Los operadores apuestan por el recorte el martes que viene. En el Chicago Board of Trade, la Bolsa de futuros de Chicago, el rendimiento del contrato futuro de fondos federales para mayo ha marcado en los últimos días el nivel más bajo de la historia.El derrumbe de las Bolsas, la pérdida de la confianza del consumidor y la manida y recurrida posibilidad de que Estados Unidos lance una guerra contra Irak podrían llevar a la Fed a reducir las tasas por decimotercera vez desde enero de 2001. Lo que no está suficientemente demostrado es que un nuevo recorte de los tipos de interés anime a consumidores e inversores y que la economía mejore.

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