Habla la cocinera de Bin Laden

Algunas cadenas de televisión estadounidenses y otras tantas agencias de prensa animan a sus seguidores desde hace dos semanas con fábulas, sospechas, rumores e hipótesis sobre Bin Laden. Se ha observado, en este reality show, que, cuando el dólar y Wall Street se desploman, arrecian los rumores sobre la detención de Bin Laden, la persona más buscada del mundo por la CIA estadounidense.

Cuando los mercados recomponen el tipo y logran enderezarse para no caer de bruces contra el suelo, los presentadores de esas televisiones rectifican y lo que era Bin Laden parece ser que era en realidad el sobrino de la cuarta mujer del terrorista o el chófer de un amigo que vive desde hace años en Miami.

Cuando se acaba el turno de Bin Laden, comienza otro. El último apunta la rendición anticipada de importantes jerifes iraquíes. Es entonces cuando el dólar sube con más fuerza y cuando el S&P, como ocurriera a última hora del miércoles, sacan pecho y sube con ganas. Y aquí no ha pasado nada.

Este fenómeno, para algunos patológico, es similar al que se produjo en los prolegómenos de la Guerra del Golfo. Las semanas previas al lanzamiento del primer chupinazo estuvieron plagadas de rumores sobre rendiciones de altos mandos del Ejército iraquí. Incluso durante algunos días se sostuvo que Sadam había sido asesinado, como en los magnicidios de la antigua Roma.

Las cosas de la Bolsa, empero, son como son y esta propaganda y confusión previas a las que luego vendrán cuando comience la Segunda Guerra del Golfo evitan que los mercados se desmoronen.

Por eso hay que seguir con la fantasía. El último se centra en el apresamiento de la cocinera de Bin Laden. Los mejor informados dicen que la señora, de nombre desconocido, tiene la clave de muchas cosas (Cárpatos ofrece en su página una magnífica guía de rumores minuto a minuto).