Ejecutivos poco conocidos
Me preguntaban hace unos días sobre el porqué de la presencia significativa en el Merco de las 50 empresas con mejor reputación de este año de algunas escuelas de negocios. Mi interpretación de este hecho fue que en los dos últimos años se había producido un cierto cambio generacional en muchos equipos directivos de las grandes compañías españolas -que no hace falta recordar aquí- y que los nuevos directivos y ejecutivos habían pasado en muchos casos por las escuelas de negocios españolas, conservando una excelente opinión de las mismas. Pues bien, esta renovación resulta evidente cuando en el Monitor Español de Liderazgo Empresarial del Merco 2003 vemos emerger -en su parte media y baja- a gestores poco conocidos por el gran público que trabajan de forma eficiente y profesional al servicio de sus empresas y que son reconocidos y valorados por sus competidores.
El tributo de sus iguales a tales personas lógicamente desplaza a otros hacia posiciones más alejadas del número que es posible publicar y este fenómeno -quizá no sólo por una cuestión generacional- afecta de forma clara a la cabecera del ranking. Así, mientras en el top ten de las 50 empresas con mejor reputación sólo han aparecido 12 compañías a lo largo de los tres años, el número de líderes ha sido de 16, 5 de los cuales, que aparecieron entre los primeros en el año 2001, ya no están en las posiciones de cabeza y 4 de ellos ni siquiera están en la lista de los 50.
Vistos los resultados del Monitor de Liderazgo Empresarial con una perspectiva de tres años se observa en primer lugar el ascenso meteórico de una personalidad, la de Amancio Ortega, que pasa de la décima posición en 2001 a la primera en 2003, desplazando de la misma, si bien por escasa diferencia, a Isidoro Álvarez, con el que alterna las posiciones del año pasado. Estas dos figuras empresariales, a las que sigue Emilio Botín, consolidando su tercera posición, se caracterizan por compartir cualidades relacionadas con el campo semántico de la sobriedad y la discreción, junto con su indiscutible capacidad de trabajo, tenacidad y constancia. Las cualidades personales más valoradas, comunes a los otros dos líderes que permanecen en el top ten del ranking Merco durante los tres años de su elaboración -Alfonso Cortina y César Alierta-, son la inteligencia y competencia profesional y la condición de ser emprendedores y con capacidad de riesgo. Pero al margen de las cualidades, cuando entramos en el ámbito de los valores profesionales de estos líderes, los cinco comparten la visión y la capacidad estratégica como el valor más apreciado para todos ellos. Esta capacidad para la orientación estratégica es así el nexo común al perfil de los cinco líderes que han permanecido entre los diez primeros durante las tres ediciones del Merco.
Otros atributos profesionales de importancia, e igualmente compartidos, son su condición de buenos gestores y, sobre todo, su orientación al crecimiento, que en Isidoro Álvarez se traduce a un entorno geográfico más restringido; pero que en los otros cuatro hace referencia a la expansión internacional. Por último, el cultivo de una cultura corporativa dentro de comportamientos éticos asumidos por la organización, así como la capacidad para crear y dirigir equipos profesionales forman parte del conjunto de valores más relevantes de las primeras figuras de la empresa en España.
Como curiosidad queda añadir que a ninguno de los cinco líderes capaces de permanecer todo el trienio en la cumbre del ranking se le atribuyen habilidades para la comunicación, lo que se corresponde con la adjetivación de 'discreto' como factor positivo.