3. Emilio Botín: La disciplina del banquero
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Sabe que es el rey de la banca. Siempre le ha gustado ser el primero y mantener el control. Y ha luchado por ello. Emilio Botín, santanderino de 67 años, no paró hasta conseguirlo cuando el Banco Santander se fusionó con el Central Hispano. Ahora ya tiene todo el protagonismo que quería. Hijo y nieto de banqueros, aprendió de los suyos el quehacer y la dedicación absoluta a la banca. Sigue al pie de la letra un consejo de su padre: 'Cuando trabajas en la banca no queda tiempo para nada más'. Tal vez por ello todos sus colaboradores saben que no deben molestarse si a horas intempestivas o en fin de semana reciben una llamada de Botín reclamándoles para un asunto que él considera urgente en el banco. Antepone al trabajo al ocio y las tres normas son: trabajo, rapidez y frialdad.
En una ocasión, un colaborador suyo afirmó que lo malo de Botín 'es que le entregas un informe y se lo lee'. Al contrario que Ortega y Álvarez, no le importa salir a la palestra y dar la cara, pero guarda celosamente su intimidad. Casado con Paloma O'Shea, dedicada por completo a la música, Botín es un hombre pendiente siempre de su familia. Una de sus preocupaciones ha sido formar al heredero. Y como hizo su padre, él se ha preocupado de que una de sus hijas, Ana Patricia, que también aparece en el informe Merco, aprendiera finanzas y se postule como la heredera del banco en un futuro.