El sistema de pensiones de Alemania será deficitario este año
Las pensiones alemanas están en la cuerda floja. Pese a la reforma promovida recientemente (que incentiva la aportación de los trabajadores a sistemas privados de pensiones), ayer Hartmann Kleiner, presidente de la BfA, la agencia estatal que gestiona las pensiones públicas, alertó sobre la mala situación que atraviesa el sistema germano.
Según Kleiner el sistema de pensiones públicas de Alemania -que da cobertura a 24 millones de trabajadores- será deficitario este ejercicio y, además, podría afrontar una falta de liquidez, también en el presente ejercicio. Asimismo recordó que la contribución estatal al sistema de pensiones, que asciende al 19,5% de la masa salarial, deberá incrementarse si el crecimiento de la economía alemana es inferior al previsto por el Gobierno.
Según las previsiones de la BfA, y de no incrementarse la aportación estatal citada, el déficit del sistema público de pensiones podría ascender a unos 500 millones de euros.
Ayer también surgieron voces de alarma de la oficina federal de empleo de Nuremberg, cuyos responsables advirtieron que el incesante aumento del desempleo en Alemania (que afecta ya a 4,7 millones de parados), supondrá 'mayores colas para cobrar el subsidio y menos ingresos', con lo que sugirió que el presupuesto de la oficina del desempleo se tambalea igualmente, si bien precisaron que aún es pronto para calibrar cuál puede llegar a ser el déficit de este año. El pasado ejercicio la oficina federal de empleo ya contó con un déficit de 5.600 millones de euros.
En este escenario de debilidad de la mayoría de las cuentas del sistema público de Seguridad Social, el canciller alemán Gerhard Schröder, dará por fin hoy a conocer los detalles de su plan de recorte del gasto social que ha levantado arduas polémicas en las últimas tres semanas y que ha puesto en contra del líder germano a los sindicatos y hasta a un sector del Partido Socialdemócrata, en el poder.
Las principales medidas de este plan que se han ido filtrando a la prensa recogen una reducción del tiempo de cobro de la prestación por desempleo de los parados de larga duración de los 32 meses actuales a 18 meses o incluso a un año. Cuando se cumplan los 18 meses o el año, estos desempleados pasarán a cobrar la ayuda social alemana, que es menor que el actual subsidio.
Schröder pretende además flexibilizar el despido de las pequeñas empresas de menos de seis trabajadores, de tal forma que pueda pactarse una indemnización amistosa sin tener que acudir a los tribunales. El Gobierno alemán estudia también que los trabajadores costeen con una cuota extra los accidentes laborales ocurridos fuera del horario laboral. El plan recoge un plan de inversiones de 15.000 millones de euros para reactivar el sector de la construcción y sanear las finanzas de los ayuntamientos.
Schröder pronunciará mañana un discurso 'de sangre, sudor y lágrimas' para pedir un esfuerzo a la sociedad alemana. Igualmente tratará de conseguir el apoyo de la oposición para el trámite legislativo de este plan.