La construcción del Ave a Lleida costó un 12,62% más de lo presupuestado, según Cascos
Los 170 contratos en los que se dividió la construcción de los 845 kilómetros de la línea ferroviaria de Alta Velocidad (Ave) Madrid-Zaragoza-Lleida, sumaron un importe de 3.980 millones de euros, cifra que supone una modificación al alza del 12,65% respecto a la inicialmente presupuestada. Así lo ha asegurado hoy el ministro del Fomento, Francisco Alvarez-Cascos, quien, no obstante, ha apuntuado que dicha modificación al alza en los contratos de adjudicación es inferior a la media que se registra en el conjunto de todos los contratos de las administraciones públicas.
Además, ha señalado que dicho repunte inversor del Ave está muy por debajo de la revisión presupuestaria al alza que supuso la ejecución del Ave Madrid-Sevilla que, según distintas fuentes citadas por el ministro, fue de entre un 70 y un 165% superior. Para Alvarez-Cascos, estos datos "no dejan lugar a duda alguna sobre el control de las obras que lleva a cabo el Gestor de Infraestructuras Ferroviarias (GIF)", ente público dependiente de Fomento encargado de la construcción y posterior gestión de los corredores Ave que el Gobierno prevé ejecutar. En este sentido, el ministro destacó también que con la adjudicación de los mencionados contratos "aún no ha dado trabajo a los tribunales, en contra de otros que lo siguen dando".
Durante su intervención en el pleno de control al Gobierno del Congreso, Alvarez-Cascos acusó a los diputados socialistas de "convertir en grandes catástrofes" los "problemas técnicos que surgen a la hora de poner en servicio una obra" para, posteriormente y recorte de prensa de la época en mano, recordar que el anterior Ejecutivo socialista consideró normal incidentes similares acontecidos en la puesta en marcha del Ave Madrid-Sevilla.
Plazos heredados
A pesar de ello, el titular de Fomento aseguró "asumir con mucho gusto" la responsabilidad de los plazos, si bien recordó que les heredó de su predecesor en el cargo, Rafael Arias-Salgado, actual presidente de Carrefour. "Heredé con mucho orgullo el proyecto de hacer llegar la Alta Velocidad a Zaragoza y Lleida en 2002, como anunció mi antecesor, y a Barcelona en 2004 y no he hecho otra cosa que trabajar para hacer realidad esos objetivos", ha asegurado. Respecto al cumplimiento de dichos objetivos, Alvarez-Cascos reiteró que "dependen exclusivamente de que haga funcionar el sistema de señalización el adjudicatario del contrato" para su instalación, en referencia al consorcio CSSE Transport (Ansaldo) y Cobra (ACS).
Así, considera que el retraso en la puesta en servicio del Ave, si bien "conlleva una responsabilidad política, "tiene naturaleza técnica", por lo que expresó su compromiso de "hacer todo lo posible porque el adjudicatario resuelva sus dificultades, que se reinicien las pruebas y se ponga en servicio con todas las garantías de seguridad, confort y eficacia". No obstante, y en línea con el debate político mantenido ya con el PSOE en el pleno del Senado, Alvarez-Cascos advirtió al principal grupo de la oposición de que "no podrá ir más allá" de pedir responsabilidades por los referidos problemas técnicos, "porque no tiene ideas, sino sólo un concepto de cómo se acosa y derriba a un Gobierno para ver si a río revuelto hay ganancia de malos pescadores".
"El problema de su grupo y su partido no es que ejerza de oposición o critique, sino que tienen una doble moral política que aplican en todos los planteamientos, ya sea la Alta Velocidad, los peajes, las políticas sociales, de empleo o de los conflictos internacionales", denunció el ministro en referencia a los socialistas. "Dicen una cosa desde el Gobierno y otra desde la oposición", ha añadido.