Crédit Agricole confía en que el gobierno francés dé luz verde a su fusión con Lyonnais
El director general del banco francés Crédit Agricole, Jean Laurent, se mostró hoy confiado en llevar a cabo su fusión con Crédit Lyonnais, que está pendiente de recibir el visto bueno del Comité de Establecimientos de Crédito y de Empresas de Inversión (CECEI). Laurent explicó, en la presentación de los resultados de la entidad en 2002, que si se establecieran condiciones a la absorción de Crédit Lyonnais "no tendrían que alterar suficientemente el proyecto económico".
En ese sentido el presidente del banco francés, René Carron, subrayó que "en un contexto desfavorable, a pesar de las dificultades que hemos tenido que afrontar, 2002 habrá sido un año de progreso para Crédit Agricole". "No sólo hemos sabido adaptarnos a las exigencias de un gran grupo que cotiza en bolsa, sino que también hemos progresado en la concreción de nuestras ambiciones estratégicas comprometiéndonos en operaciones de gran envergadura", añadió Carron, en alusión a su oferta de compra amistosa lanzada sobre Crédit Lyonnais.
El Comité de Establecimientos de Crédito y Empresas de Inversiones (CECEI), que se ha reunido en dos ocasiones en las últimas semanas para tratar el proyecto de fusión de Crédit Agricole y Crédit Lyonnais, debe emitir mañana su dictamen sobre el caso. El CECEI ha barajado la posibilidad de imponer una serie de condiciones, en particular la cesión de 50 a 90 sucursales en una veintena de departamentos franceses donde la concentración de ambas entidades les permitiría controlar una cuota de mercado superior al 50%.
Caída del beneficio
El banco francés Crédit Agricole tuvo el pasado año 1.064 millones de euros de beneficios, un 27,5% menos que en 2001, por el recorte del valor de sus participaciones en bolsa, el impacto de la crisis de América Latina en sus cuentas y el plan estratégico puesto en marcha en su filial italiana Banca Intesa. Este resultado mejora las previsiones de los analistas consultados por la agencia Bloomberg, que habían estimado unas pérdidas de 53 millones.
Los ingresos del segundo banco francés se redujeron un 15,6% hasta 5.329 millones, debido al abandono del mercado argentino, con la cesión de su antigua filial argentina Banco Bisel (descontando esta operación la baja se hubiera limitado al 7,4%), y por el aprovisionamiento de las carteras de acciones, según los resultados presentados hoy.
El resultado bruto de explotación (Ebitda) disminuyó un 28,7% hasta 1.400 millones, aunque si se descontara el efecto de Banco Bisel el retroceso se hubiera limitado al 23,3%, destacó la entidad francesa. Por negocios, la banca de particulares en Francia tuvo 791 millones de ingresos, un alza del 4,1%, mientras que se mantuvo estable en la actividad de gestión de activos, seguros y banca privada con 1.520 millones.