Jóvenes contrarios a la guerra boicotean un acto público de Gallardón
La actitud adoptada por José María Aznar ante el conflicto de Irak ha empezado a tener consecuencias para los candidatos del PP. Un centenar de profesores y alumnos de la Universidad Complutense boicotearon ayer la inauguración de la nueva Facultad de Informática, que iba a correr a cargo del presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón. Los asistentes al acto recibieron al aspirante a la alcaldía con gritos de 'El PP no quiere la paz' y 'No a la guerra', coreados de forma incesante durante la casi media hora que duró su recorrido por la nueva facultad.
Llegados al salón de actos,
Gallardón dio la oportunidad de explicarse a un representante de los manifestantes, quien expuso los argumentos contrarios a la guerra. El presidente madrileño intentó después pronunciar su discurso, pero declinó hacerlo al ser constantemente interrumpido por los gritos de los estudiantes.
Antes de despedirse, el presidente madrileño, acompañado del consejero de Educación, Carlos Mayor Oreja, concluyó el acto con un pronóstico: 'El día que terminéis la universidad sabréis escuchar y escuchareis a los que piensan distinto que vosotros', afirmó.
Un grupo de alumnos y profesores que portaba pancartas siguió entonces a Ruiz-Gallardón hasta el autobús de la EMT en el que intentó alejarse del lugar y protagonizaron una sentada que impidió moverse al vehículo. A la vista de la situación, el candidato y su séquito cogieron el metro desde Ciudad Universitaria hasta Sol, estación hasta la que fueron escoltados por los estudiantes.
Este episodio llega precedido de una creciente preocupación en el PP por las consecuencias negativas que la posición del Gobierno ante el conflicto de Irak puede tener sobre los resultados de las elecciones locales y autonómicas del 25 de mayo. La comunidad y el ayuntamiento madrileños se consideran piezas clave de estos comicios, puesto que el PP y el PSOE tenderán a interpretar el éxito o el fracaso electoral a partir de la conquista o no de estas plazas.
En el PP se asume como inevitable el coste electoral de la previsible guerra en Irak, pues es una opción rechazada por la mayoría de los ciudadanos. Esta percepción ha generado una contestación interna que, de momento, sólo se ha exteriorizado en el ámbito municipal.
La concejal del PP en el Ayuntamiento gaditano de Jerez de la Frontera Regla Álvarez, quien dimitió la semana pasada por su oposición a la guerra, denunció ayer que se siente 'amenazada' por su partido en esta localidad.