España propone que la presidencia del Eurogrupo tenga carácter bianual
Mientras continúan las tareas de la Convención para la reforma de las instituciones comunitarias en el seno de la Unión Europea, se van perfilando las posiciones de cada país de cara a la próxima reunión de alto nivel.
Ayer le tocó el turno a España. El vicepresidente económico del Gobierno, Rodrigo Rato, aprovechó su comparecencia en la Comisión Mixta de Relaciones con la UE del Congreso de los Diputados para avanzar la postura que defenderá el Gobierno español sobre gobernanza económica ante la Comisión Europea, en el marco de la citada Convención.
La posición que ofreció Rato es muy próxima a la mayoría de las tesis defendidas por Alemania y Francia. En primer lugar, propone un mandato mínimo de dos años (frente a los seis meses actuales) para el presidente del Eurogrupo (reunión de los 12 países integrantes del euro, que se celebra previamente al Consejo de Ministros de Economía de la UE). Rato defiende el carácter informal del Eurogrupo, como hasta ahora, pero con la posibilidad de 'toma de decisiones' en aquellas cuestiones que les afecten de manera directa.
Silla única en el FMI
Por otra parte, España aboga por que se mantenga la unanimidad en la toma de decisiones sobre impuestos directos. 'No obstante, se podría acordar una lista de aspectos concretos en impuestos indirectos que podrán acordarse por mayoría cualificada, relativos al IVA, los impuestos especiales y la cooperación entre Administraciones tributarias', dijo Rato.
Por otra parte, indicó el Gobierno español comparte con otros países el objetivo de lograr a medio plazo una mayor representación de la zona euro en los foros financieros internacionales a través del establecimiento de una silla única en el Fondo Monetario Internacional (FMI), 'siempre que se realice de forma conjunta' con el resto de instituciones, como el G-7, el G-10 o el Banco Mundial. La fórmula de participación en esa silla única sería semejante a la reforma propuesta para el sistema de voto en el Banco Central Europeo (BCE), en el que los países participarían en función de su peso específico en el PIB comunitario.
En el marco meramente institucional, Rato aboga por mantener la actual distribución de competencias entre el Consejo, el Parlamento y la Comisión Europea.
Respecto al Pacto de Estabilidad, defiende que en el procedimiento de déficit excesivo que se abra contra algún país se mantenga la votación por mayoría cualificada pero se excluya de la misma al país afectado. Al mismo tiempo, señaló que es necesario reforzar los 'mecanismos de alerta temprana' a los países para evitar que ésta llegue demasiado tarde, como ha ocurrido con Alemania y Francia. Coincide con la tesis del comisario europeo de Asuntos Monetarios, Pedro Solbes. Se trata de una fórmula para dificultar que los países con déficit excesivos puedan bloquear los procedimientos sancionadores contra ellos, como ha intentado Alemania. Durante la citada Comisión Mixta, Rato recalcó que la economía española está iniciando, a su juicio, una nueva fase de expansión económica, a juzgar por los últimos datos sobre actividad. Sin embargo, el portavoz socialista de Economía Jordi Sevilla recordó a Rato que España se encuentra en el furgón de cola de la UE en materias como la productividad del trabajo, el gasto en investigación y desarrollo (I+D) o el número de patentes registradas; y a la cabeza en número de accidentes laborales, como reconoce la Comisión Europea.