TPI mantiene su apuesta por América Latina y mira a Europa para crecer
TPI mostró el año pasado su capacidad de resistencia ante la crisis publicitaria y los rendimientos que se pueden sacar de Latinoamérica a pesar de la crisis si se implanta el modelo de gestión adecuada. El mejor ejemplo de ello son sus ingresos, que crecieron el 4,1%, y sus beneficios, que lo hicieron a un ritmo del 16,2%. El dividendo ha crecido en consonancia y ascenderá a 40,15 millones de euros, lo que supone un pay-out del 53,2% y representa un alza del 13% con respecto al año anterior.
La compra de las Páginas Amarillas de Perú, las mejoras de gestión en Chile y Brasil, así como el lanzamiento de nuevos productos en España, como los directorios de bolsillo o los desgloses de las guías, han sido claves en los resultados. A ello se une el tipo de clientes de TPI -pymes-, cuyo gasto en publicidad es casi inmune al ciclo.
Para este año, la intención es mantener la misma estrategia que ha dado frutos en el pasado, según la presidenta de la compañía, Belén Amatriaín, quien llevará este argumento a la junta de accionistas que se celebra hoy. TPI seguirá desarrollando el negocio en los mercados domésticos, lanzará nuevos productos y utilizará para ello todas las tecnologías a su alcance, como lo ha hecho con las Páginas Amarillas Habladas, Internet o el servicio de atención telefónica.
Estas serán las vías de crecimiento orgánico, pero también habrá sitio para ganar tamaño con adquisiciones. La compra de las Páginas Amarillas de Argentina sigue pendiente y se realizará cuando la situación económica del país se estabilice y lo haga recomendable, pero es Brasil el mercado donde más probabilidades hay de que se concrete una operación este año.
Brasil es el único país en el que TPI ha empezado totalmente de cero, sin el soporte de editar las Páginas Amarillas del operador dominante. La experiencia, según Amatriaín, ha sido satisfactoria y la compañía se plantea seguir creciendo en este país con la compra de algún rival.
Pero la asignatura pendiente de TPI sigue siendo Europa. La filial de Telefónica anunció su interés hace casi dos años y lo mantiene, hasta el punto de que su presidenta asegura que están estudiando 'todas las oportunidades que hay'.
Amatriaín señala que no habría problemas de financiación y que su principal objetivo son las compañías editoras de los ex monopolios.