La economía de EE UU sufrió en febrero la mayor pérdida de empleos desde el 11-S
La economía estadounidense registró en febrero una pérdida de 308.000 empleos, lo que supone la cifra más alta desde el periodo que siguió a los ataques del 11 de septiembre de 2001; en concreto, desde los 327.000 empleos destruidos en noviembre de 2001.
El Departamento de Trabajo informó ayer que la tasa de paro subió del 5,7% al 5,8% de la población activa. La pérdida de empleos fue especialmente intensa entre el comercio minorista, con 92.000. La industria perdió 53.000 puestos de trabajo, y la construcción, otros 48.000 empleos. Estos datos revelan la fragilidad de la recuperación económica y la amenaza que la pérdida de empleo puede suponer para la evolución futura del gasto de los consumidores. 'Es un informe verdaderamente malo para la economía', dijo Cary Leahey, de Deutsche Bank Securities.
Bajar más los tipos
De hecho, algunos analistas empezaron ayer a apuntar la necesidad de una nueva rebaja de tipos en la próxima reunión de la Reserva Federal del 18 de marzo. 'Si no hay un elemento extraordinario en él el informe, que me parece que no lo hay, la Reserva Federal tendrá que pensar seriamente en recortar las tasas de interés', aseguraba ayer Pierre Ellis, economista de Decision Economics en Nueva York.
Una caída del gasto del consumidor, alertaba Ellis, 'podría hacer que la economía vuelva a caer en una recesión rápidamente'.
El informe 'es terriblemente débil y por lo tanto aumenta la posibilidad de una doble recesión', según David Rosenberg, de Merrill Lynch.
Los economistas están divididos en torno al origen de la actual desaceleración. Aunque la amenaza de guerra es la justificación más generalizada, lo cierto es que de forma creciente muchos expertos aseguran que la debilidad de la economía es independiente del conflicto bélico, como apuntaban los economistas de la ONU esta semana.
El secretario del Tesoro, John Snow, publicó de inmediato un comunicado donde señalaba la necesidad de aprobar el plan de recorte de impuestos del presidente, George Bush, lo que permitirá a la economía crear 1,4 millones de empleos hasta finales del próximo ejercicio.