Ahold hipoteca sus mejores cadenas para avalar un crédito de 3.100 millones
El préstamo en cuestión ha sido concedido por ABN Amro, Goldman Sachs, ING, JP Morgan y Rabobank. La línea de crédito tiene un límite máximo de utilización de 2.650 millones de euros. Además, los bancos citados se han comprometido a abrir un préstamo adicional por importe de 450 millones de euros en apoyo de los programas de titulización existentes.
La validez del crédito está condicionada igualmente a la entrega a los bancos de las cuentas auditadas del año fiscal 2002 de Stop & Shop y de Albert Heijn antes del 31 de mayo de 2003 y de las cuentas auditadas para el año fiscal 2002 antes del 30 de junio de 2003. En paralelo, la concesión de la liquidez ha exigido que Ahold renuncie a repartir dividendo. Ahold destinará el crédito para amortizar deudas pendientes y para dotar su fondo de maniobra.
Ayer, Henry de Ruiter, presidente del consejo supervisor de la compañía, aseguró que la concesión del crédito 'es un paso importante en la estabilización de la situación financiera de Ahold. Estamos muy satisfechos por el voto de confianza de los bancos y por el apoyo continuado demostrado por los actuales proveedores de Ahold'. 'Con esta nueva facilidad crediticia en marcha, la compañía puede dedicar su atención al desarrollo de soluciones a más largo plazo para las dificultades derivadas de los problemas contables de Ahold anunciados recientemente', dijo.
Los analistas aseguraban ayer que las entidades financieras han mostrado al mercado de forma clara su extrema preocupación sobre la posición financiera de la compañía. 'Han conseguido que Ahold les ceda una importantísima porción de sus negocios clave y este hecho coloca a los bonistas de la multinacional en una posición muy débil en caso de que se llegue a un escenario de quiebra o suspensión de pagos', explican.
La compañía anunció el lunes de la pasada semana que, como consecuencia de manipulaciones contables detectadas en su filial estadounidense Foodservice, se vería obligada a recortar en unos 500 millones de dólares su cifra de beneficios netos en los ejercicios 2001 y 2002. Este reconocimiento provocó la dimisión del consejero delegado y del director financiero de la multinacional y originó un hundimiento de la cotización de las acciones.