La OCDE revisará 'de forma significativa' las previsiones de crecimiento de la eurozona
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) revisará a la baja, de forma "significativa", las previsiones de crecimiento de la economía en Europa para este año, según ha informado hoy el economista jefe de la institución, Jean-Philippe Cotis.
Para el primer trimestre de este año, la OCDE prevé ahora un crecimiento de un 1% en ritmo anual en la Unión Europea, incluido un 0,75% aproximadamente para Alemania. Cotis ha considerado que la progresión de la economía española en los tres primeros meses del año será similar a la de Italia o el Reino Unido, que progresan a un ritmo del 1,5% anual. España "tiene un crecimiento elevado respecto al resto de Europa" debido a una progresión económica "moderada", por lo que "no es el país más preocupante de la zona euro", ha señalado. En Francia, por su parte, el Producto Interior Bruto (PIB) aumentó un 1% en el último trimestre de 2002 en ritmo anual y otro tanto en los tres primeros meses de este ejercicio.
Alemania, el país más necesitado de revisión
El economista jefe ha subrayado que la revisión "mas marcada" en el informe de perspectivas de primavera será la de Alemania, pero habrá que hacerla con todos los países de la zona euro, ya que la ralentización respecto a las cifras publicadas en noviembre pasado "es un fenómeno colectivo" de esos Estados. Entonces, la OCDE auguraba un crecimiento del 1,8% para la zona euro en 2003, del 1,9%para el conjunto de la Unión Europea y del 2,6% para Estados Unidos.
Cotis ha indicado que es pronto para decir si habrá que corregir las previsiones de Estados Unidos, y ha señalado que en el cuarto trimestre de 2001 su PIB subió a un ritmo anual del 1,7%, y lo hará por encima del 3% en el primer trimestre de 2003, aunque con un elevado grado de incertidumbre, ya que la horquilla de la previsión se sitúa entre el 1 y el 5%. Ha añadido que en el caso de EEUU quedan "zonas de sombra y puntos de fragilidad", si se confirma con hechos el repliegue de las intenciones de invertir o el deterioro del clima de los consumidores, o si se produce una caída del mercado inmobiliario.