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Jubilación

Tres ex consejeros del SCH declaran que el pago a Amusátegui 'es razonable'

Los tres ex consejeros del SCH que declararon ayer como testigos ante la jueza de la Audiencia Nacional Teresa Palacios respaldaron en todos sus términos la versión del presidente de la entidad, Emilio Botín, y también la del propio José María Amusátegui.

Santiago Foncillas, ex vicepresidente segundo y ex presidente de Dragados; Pedro Ballvé, ex consejero y actual presidente de Campofrío, y el ex consejero y actual presidente de Abengoa, Felipe Benjumea, declararon que tres meses después de pactarse la fusión entre el Banco Santander y el Central Hispano conocieron el pago como premio de jubilación a José María Amusátegui.

Foncillas y Ballvé manifestaron que se enteraron del pago por el propio Amusátegui unos días antes de que se celebrara el primer consejo de la nueva entidad resultante de la fusión, que se celebró el 17 de abril de 1999. Los tres testigos explicaron a la jueza que en esta reunión del consejo se dio cuenta del contrato y de la cantidad. Apuntaron también que toda la documentación estaba a disposición de los consejeros.

En cuanto a la cantidad, explicaron que no fue aleatoria y que se tomaron como referencia las cantidades que se abonaban en bancos extranjeros de similares dimensiones. Los tres ex consejeros consideran la cantidad 'razonable', según fuentes jurídicas.

En sus declaraciones los tres testigos señalaron que no fueron informados del contrato de Amusátegui en los consejos que celebraron los dos bancos por separado el día que se aprobó el proyecto de fusión (15 de enero de 1999). Según las mismas fuentes, no se podía informar del contrato de jubilación en estos consejos porque su firma fue posterior, ya que no formaba parte de los pactos de fusión, aunque los ex consejeros admiten que es una consecuencia de la operación. Botín explicó en su día a la jueza que en el proyecto de fusión se pactó la salida de la copresidencia de Amusátegui en la junta de accionistas de 2002. Y esto conllevaba consigo una compensación económica, que se pactó en un contrato.

Redactado en plural

El contrato se redactó en plural, por lo que otorga el mismo derecho a otros ejecutivos, como al ex consejero delegado Ángel Corcóstegui, que también recibió una considerable cantidad tras su salida de la entidad. El fiscal Jesús Caballero no descartó citarle a declarar para que testifique sobre el pago a Amusátegui.

La jueza Teresa Palacios investiga una querella por supuesto delito societario contra Botín y Amusátegui interpuesta por el abogado y accionista del banco, Francisco Franco Otegui, a quien se sitúa en la órbita del ex consejero de Banesto y condenado junto a Mario Conde y otros ex administradores, Rafael Pérez Escolar. Según la querella, el pago a Amusátegui fue irregular y se pactó para que abandonara la copresidencia un año antes de lo previsto en el proyecto de fusión. Tanto Botín como Amusátegui negaron que el pago respondiera a una lucha de poder entre ambos para hacerse con la presidencia del banco. Botín explicó que los 43,7 millones de euros compensaban la gestión de Amusátegui en el Central Hispano.

Ayer estaba previsto que también comparecieran como testigos los ex consejeros Gonzalo Hinojosa, actual presidente de Cortefiel, y el ex consejero José Manuel Arburúa. Ninguno acudió a declarar porque tenían compromisos en el extranjero.

Los otros dos ex consejeros, Harry P. Kamen y Axel von Ruedorffer, representantes de Metlife y Commerzbank en el consejo del banco, no han sido citados a declarar por residir fuera de España. La jueza Palacios decidirá ahora si practica más diligencias, imputa o dicta el archivo.

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