Chávez afirma que sólo dará dólares a empresas de 'conducta normal'
Los empresarios venezolanos están a la expectativa de obtener dólares, vitales para poder importar las materias primas necesarias para restablecer sus líneas de producción. La Comisión de Administración de Divisas (Cadivi) hará pública mañana la lista de productos autorizados y los bancos reactivarán la venta de dólares. Pero el Gobierno de Hugo Chávez ya ha advertido que sólo las empresas de 'conducta normal' tendrán el permiso para recibir las deseadas divisas.
'¿Cómo vamos a dar recursos de divisas para que importe una empresa, que después no produce, o que produce y acapara los productos?', señaló el viernes en rueda de prensa el director de Cadivi, el general retirado Edgar Hernández. El responsable puso a las franquicias internacionales de comida rápida como ejemplo del tipo de empresas que no tendrán el respaldo de Cadivi.
El tejido productivo venezolano es extremadamente débil, de tal manera que el país tiene que importar el 60% de los productos que consume. El comercio de divisas fue suspendido el 22 de enero después de que la moneda nacional, el bolívar, se depreciara un 31% frente al dólar, a consecuencia de la huelga general que duró del 2 de diciembre hasta el 3 de febrero. El 5 de febrero, el Gobierno anunció el nuevo tipo de cambio oficial: 1.596 bolívares por dólar para la compra y 1.600 para la venta. El presidente Chávez anunció además que no habría 'ni un dólar' para los 'golpistas', como definió el mandatario a los opositores que convocaron la huelga.
El presidente de la patronal, Carlos Fernández, hoy bajo arresto domiciliario, denunció entonces, en una entrevista con Cinco Días, que el control cambiario era 'la herramienta destinada a quebrarle el espinazo al sistema productivo' que había participado en el paro.
El Banco Central entregará unos 600 millones de dólares mensuales para atender a los requerimientos empresariales, la suma es la mitad de la demanda previa a la huelga. Los interesados han de presentar una montaña de documentos, incluidos los estados financieros auditados de los últimos tres años y la constancia de los últimos pagos de todas las obligaciones tributarias. El paso siguiente es la autorización del Ejecutivo, que se ha de producir en los cinco días siguientes y el silencio administrativo equivale a solicitud denegada.
Los bancos empezaron a atender las demandas de los empresarios la semana pasada. Dada la complejidad del proceso, las compañías creen que, aunque el sistema empiece a funcionar oficialmente mañana, los dólares aún tardarán en llegar.