Lucent pacta con la SEC cerrar la investigación sobre su contabilidad
Patricia Russo, presidenta de Lucent, ha cerrado uno de los capítulos que más incertidumbre acarreaba a la empresa, la resolución de la investigación sobre las prácticas contables que la SEC, el regulador de los mercados, había iniciado hace dos años. El acuerdo para el cierre de esta investigación no ha podido ser más benigno para el fabricante de equipos de telecomunicaciones, ya que no tendrá que abonar ni multa ni compensación, algo frecuente en este tipo de acuerdos.
Lo que la SEC hace en este acuerdo, que necesita aún de una aprobación final, es una advertencia y avisa de que las cosas serán distintas si Lucent vuelve a distorsionar su contabilidad. Lucent no ha admitido ni negado haber hecho nada ilegal.
La empresa reconoció en noviembre de 2000 que debería reconsiderar sus cuentas por haber registrado en el capítulo de ventas algunas partidas que aún no se habían realizado y el cómputo de aparatos devueltos. Finalmente fueron 679 millones de dólares (634,58 millones de euros) los que hubo que reducir de este rubro en el cuarto trimestre, cerrado en septiembre de ese año. La cuestión salió a la luz cuando la ex jefa de ventas para EE UU, Nina Aversano, dijo en una demanda contra la empresa que había sido despedida por decir que las proyecciones financieras no tenían base.
El antiguo presidente, Henry Schacht; la directora de finanzas, Deborah Hopkins, y otros 12 ejecutivos ahora fuera de la empresa admitieron en las declaraciones previas al acuerdo prejudicial que enterró la denuncia de Aversano que se forzaron las cuentas de la empresa desde finales de los noventa.
La investigación y la reformulación de las cuentas en un ambiente que rápidamente se convirtió en estado de sospecha generalizada por la crisis de Enron han pesado mucho sobre el valor de Lucent, muy tocada por la caída del mercado de alta tecnología y que acumula pérdidas desde hace 11 trimestres. Los analistas esperan que el acuerdo sea la luz al final de túnel.