Telefónica someterá a la junta la remuneración de sus ejecutivos
Telefónica ha decidido tomar el estandarte de la transparencia y las buenas prácticas estadounidenses. En una decisión sin precedentes todavía en España, la compañía ha decidido que sean los accionistas los que aprueben en la junta general la remuneración máxima de los consejeros y, con ellos, de los principales ejecutivos de Telefónica, como son el presidente, César Alierta, y el consejero delegado, Fernando Abril-Martorell.
La primera prueba del nuevo método se hará este mismo año, en la junta general que se celebrará el 11 de abril. El resto de las filiales de Telefónica adoptará la misma práctica, que pone fin a la tradicional remuneración ligada a un porcentaje de los beneficios. Según fuentes de la compañía, a partir de ahora los accionistas sabrán, tendrán que dar el visto bueno de hecho, el sueldo máximo a cobrar por los consejeros.
Esta decisión está contenida en el informe de buen gobierno, que fue aprobado ayer por el consejo de la operadora y que contiene ya las remuneraciones individualizadas de los miembros del consejo. Este documento se hará público junto con la memoria y recoge buena parte de las recomendaciones incluidas en el Informe Aldama.
La aprobación del código ha venido acompañada del nombramiento de un nuevo consejero independiente, Fernando de Almansa. El objetivo del fichaje es, según Telefónica, reforzar 'las relaciones internacionales y la defensa de los intereses de la compañía tanto en los países en que opera como en aquellos en que mantiene algún tipo de presencia institucional u operativa'.
La primera reacción a su nombramiento ha sido la constitución de una Comisión de Asuntos Internacionales, que estará presidida por Almansa.
Fernando de Almansa, nacido en 1948, ha sido hasta el año pasado jefe de la Casa Real, puesto en el que sustituyó a Sabino Fernández Campo en 1993.