Empresarios valencianos irán a Bagdad en abril
Sólo un bombardeo del recinto ferial de Bagdad, nada improbable dadas las circunstancias, disuadirá a un grupo de empresarios valencianos de acudir en abril a la capital iraquí para celebrar la Semana Valenciana, tal como acordaron con las autoridades de aquel país el pasado mes de diciembre.
'Irak y sus empresas siguen funcionando y seguirán haciéndolo, haya o no haya guerra', justifica José Ruiz, gerente de la empresa Colaboración Industrial Española-Iraquí (Ciesik).
Una representación de estos empresarios tenía previsto presentar hoy la feria al consejero de Innovación y Competitividad, Fernando Castelló, para que la Generalitat colaborase 'en la difusión de las oportunidades de negocio que hay en Irak', según José Ruiz. La cita fue cancelada ayer, según los empresarios, aunque la Generalitat sostiene que no estaba confirmada.
La Semana Valenciana en Bagdad fue acordada durante una misión comercial promovida en diciembre por el diputado autonómico socialista Andrés Perelló. En ella participaron empresas de los sectores de maquinaria de papel (DG Internacional), mármol y azulejo (Mármoles Muñoz), productos de limpieza (Casa Vigar) e instalaciones de gas, electricidad y agua (Canalizaciones y Servicios Valencia, Caseval), además de varias asociaciones empresariales.
Entre ellos estaba Fernando Argente, de Caseval, para quien 'el embargo comercial que tiene Irak desde hace 12 años ha originado, con el tiempo, muchas necesidades porque no ha habido ningún tipo de industria ni de mantenimiento de los servicios de distribución, algo que ocurre en todos los sectores, como en el papel, en el que existen fábricas paradas porque no disponen de repuestos'.
Irak importa al año 12.000 millones de dólares dentro del programa Petróleo por Alimentos, en el que la ONU autoriza qué productos se pueden exportar allí. El régimen de Sadam Husein paga directamente a este organismo internacional, que es el que transfiere el dinero a las empresas. Según José Ruiz, 'España sólo aprovecha el 2% de esa cantidad, mientras las empresas de otros países están haciendo grandes negocios'.
El gerente de Ciesik, que representa ante la ONU a unas 40 empresas españolas con intereses en Irak, afirma que los empresarios 'no son suicidas, sino que saben que si empiezan a trabajar ahora podrán empezar a vender antes en Irak'. ¿Y si hay guerra? 'No habrá otro remedio que aplazar la feria, pero se tendrá que celebrar tarde o temprano, porque las necesidades van a seguir existiendo, incluso serán mayores', concluye José Ruiz.