Ericsson potencia su actividad de I+D en España después de cerrar todas las fábricas
Después de dos años en que todas las noticias de Ericsson en España han sido negativas, el consejero delegado, Ingemar Naeve, volvió a la palestra ayer para presentar un plan de viabilidad, una vez completada la reestructuración del grupo.
Tras haber reducido su plantilla y su facturación a la mitad y después de haber cerrado sus tres plantas de producción (tiene en proceso de venta la fábrica de Zamudio en Bilbao), Naeve aseguró que el futuro de Ericsson en España pasa por potenciar la actividad de investigación y desarrollo. El directivo dijo que el centro de I+D, que da trabajo a 800 de los 1.600 trabajadores que mantiene la filial de Ericsson, 'es tan importante para nosotros como para España'.
La actividad principal del centro se ocupa de la telefonía móvil. Su aplicación estrella es el desarrollo y mantenimiento del sistema de señalización que utilizan ya 330 millones de usuarios de 155 operadoras de todo el mundo. Este dispositivo es el que permite tener permanentemente localizados a los teléfonos móviles de forma que cuando desde cualquier terminal se vaya a iniciar o se vaya a recibir una comunicación, la red reconozca en tiempo real en qué lugar está ubicado su interlocutor y cuál es el camino que debe seguirse para hacer viable la conexión.
El centro fue creado en 1986 y ha ido recibiendo un importante volumen de fondos a lo largo de estos años como consecuencia de los compromisos adquiridos por Ericsson en los distintos concursos de suministro que ha ganado en España. El presupuesto para 2003 es de 45 millones de euros.
Naeve aseguró que este tipo de actividad es la que la multinacional ha decidido mantener en los principales países consumidores de telefonía móvil 'y allá donde exista un gran operador' de servicios, como es el caso de Telefónica.
La crisis de las telecomunicaciones se ha llevado por delante o ha reducido al mínimo la actividad de los centros de I+D que otros fabricantes de telecomunicaciones tenían en España, entre los que se encontraba Nortel.