Ahorro de costes informáticos
Como es sabido por todos, la trayectoria de las pymes españolas no avanza a pasos agigantados tal y como se está produciendo en el resto de Europa y, si bien es cierto que no son de iguales dimensiones, también lo es que frenar el crecimiento tecnológico aumentará esta diferencia. Pero esto no debería ser obstáculo para evolucionar tecnológicamente, hecho que no se está produciendo en parte, por el miedo generalizado por adentrarse en la última tecnología de Internet y el comercio electrónico.
Estas empresas, con el ánimo de sobrevivir ante la globalización y la internacionalización de los mercados, tienen que recurrir a la reducción de costes fijos o a la generación de una mayor motivación laboral.
Sin embargo, ahora pueden apostar por el desarrollo de las nuevas tecnologías, sin una fuerte inversión, para aprovecharse del ahorro de costes y de la agilidad de gestión que proporcionan. Y, para ello, cuentan con empresas que se permiten reutilizar las aplicaciones informáticas antiguas y adoptar las nuevas utilizando para ello el soporte informático que ya tienen. Así, no es necesario que inviertan en un nuevo parque informático. Desde sus antiguos equipos no sólo pueden utilizar las más modernas aplicaciones del mercado, sino que además pueden conectarse desde cualquier parte del mundo y con cualquier ordenador a otra oficina o sede de la empresa y todo ello con la más rigurosa seguridad. También a través de Internet pueden obtener una mayor eficacia, ya que esta herramienta agiliza igualmente la gestión empresarial con clientes, proveedores y empleados. Por todo ello, hoy no es creíble que una empresa rechace el crecimiento que puede ofrecerle la aplicación de nuevas tecnologías aludiendo a las altas cuotas de inversión cuando, más bien es todo lo contrario, favorece el ahorro de costes. Al optar por la reutilización de las antiguas aplicaciones y por el uso de las nuevas a través de los equipos informáticos que ya están en la pyme, los datos, aplicaciones y programas que maneja la empresa quedan centralizados. Esa centralización garantiza una mayor seguridad para la compañía, ya que es más fácil controlar una sola unidad que la totalidad de terminales expandidos por las oficinas de la empresa. Así, estas ventajas, seguridad y flexibilidad, se traducen también en un ahorro de costes considerables, inherente a la propia centralización.