Los tambores de guerra azotan de nuevo Wall Street
Las incertidumbres geopolíticas y el temor a nuevos escándalos contables protagonizaron otra sesión de pérdidas en los mercados. La espera de una nueva resolución, a la que se oponen Francia y Alemania, y la falta de respuesta de Irak a la petición de la destrucción de los misiles de largo alcance acercan la amenaza de guerra. Los inversores, entre tanto, se muestran reacios a entrar en el mercado. El Dow Jones perdió un 1,99% y el Nasdaq se dejó un 1,98% en una sesión de escaso volumen.
En Europa la distribuidora Ahold reabrió las heridas provocadas por los casos Enron y Worldcom al reconocer que cometió irregularidades contables. La caída de la confianza del consumidor hasta mínimos, según mostró el índice elaborado por UBS y Gallup, fue otro factor que, unido a la amenaza de guerra, presionó las Bolsas a la baja.
Los expertos reconocen que la incertidumbre actual provocará que la apatía domine la tendencia del mercado durante las próximas semanas. En la sesión de ayer, 29 de las 30 empresas del Dow Jones retrocedieron.
La empresa de distribución Lowe fue una de las pocas ganadoras. Subió el 6,19% tras presentar unos resultados muy superiores a los esperados. En el resto del sector dominaron las caídas por las malas previsiones de otras como Wal Mart (-2,09%).
En el lado de los perdedores destacó el desplome de la biotecnológica VaxGen. Cayó un 48,2% al reconocer el fracaso en las pruebas de una vacuna contra el sida.
Citigroup (-2,26%) fue otra afectada. El diario Financial Times publicó que prepara un acuerdo con el regulador para evitar llegar a los tribunales por el caso Enron.
El fantasma de los escándalos contables resurgió en Europa. La cadena de supermercados Ahold reconoció que infló sus cuentas en 2001 y 2002, lo que agravó las incertidumbres actuales. La holandesa se convierte en la primera empresa europea en reconocer que cometió irregularidades y el temor a más casos se hizo sentir ayer.
Las malas noticias no quedaron ahí. A la caída de la confianza del consumidor y la amenaza de guerra se unieron las palabras de Wim Duisenberg. El presidente del BCE reconoció el fin de semana que los últimos indicios no avalan una tendencia de crecimiento para este ejercicio, palabras que desataron la especulación sobre bajadas de tipos. Ahold cayó un 63% tras reconocer que los beneficios serán significativamente inferiores cuando revise las cuentas. Standard & Poor's bajó la calificación de la compañía por debajo del nivel óptimo de inversión y Fitch hasta un grado por encima. La Bolsa de Amsterdam, afectada, perdió el 5,38%, la mayor caída de la región.
El desplome de Ahold pasó factura a ING. La compañía, que posee un 7,4% en la distribuidora, perdió el 7,11%, presionada, además, por varias revisiones a la baja. Fortis (-4,68%) y Aegon (-6,9%), con participaciones cercanas al 5% de la holandesa, también cedieron.
Bayer perdió el 9,73% tras conocerse que la compañía conocía los efectos nocivos de su fármaco contra el colesterol Baycol desde 1997.
Las petroleras destacaron, animadas por la subida del precio del petróleo. Société Générale ayudó al elevar la estimación del precio del crudo un 16%, hasta 29 dólares por barril.
El comunicado del G-7 del fin de semana felicitó al Gobierno de Brasil, al tiempo que apremiaba a Argentina para que comience la renegociación de la deuda externa. Una nueva misión del FMI llegó ayer a Buenos Aires para revisar el cumplimiento de las metas comprometidas por el Gobierno del país. El Merval subió un 0,46% y el Bovespa cayó el 0,63%.
El Nikkei rompió con cuatro caídas consecutivas al avanzar ayer el 0,6%. El Gobierno confirmó al candidato conservador Fukui al frente del Banco de Japón. Un nombramiento que no hace prever grandes cambios con respecto a la política actual.