Más oportunidades, pero más complejas
Las novedades fiscales abren nuevas puertas a la gestión de patrimonios. Antonio Morales repasa la actualidad del mercado para recordar que el éxito reside en la profesionalización del asesoramiento
Con la globalización de la economía, la internacionalización de las inversiones y la creciente sofisticación de los mercados, el éxito reside, una vez más, en la profesionalización del asesoramiento financiero. Las novedades fiscales, además de favorecer al ahorrador, han enfatizado todavía más la importancia del asesoramiento.
Además, la exención fiscal del traspaso de fondos de inversión recogida en la reciente reforma del IRPF, tan reclamada por muchas entidades financieras durante varios años, abre nuevas puertas a la gestión de patrimonios.
Cuando en una de las revisiones de la ley y el reglamento que regula las instituciones de inversión colectiva se abre la posibilidad a los fondos de inversión de invertir en otras IIC, los ahorradores comenzaron a estar de enhorabuena, los fondos de fondos, como un único vehículo ofrecen la posibilidad de acceder a una combinación de los mejores fondos de inversión del mundo. A partir de aquí, las posibilidades que se abren son muy grandes, y la experiencia y la capacidad de las entidades financieras para estar en vanguardia a la hora de innovar hacen que no todos puedan ofrecer las alternativas más interesantes para los inversores.
Es cierto que los momentos de mercado que estamos viviendo distan mucho de ser los óptimos para acceder a rentabilidades satisfactorias. A pesar de que la economía dé signos de recuperación y los beneficios empresariales apunten hacia una relativa mejora comparándolos con el ejercicio anterior, la incertidumbre que provoca el desenlace del conflicto con Irak hace que los inversores estén de vacaciones, por eso se están registrando volúmenes de contratación más parecidos a los de agosto, que a los que resultarían propios de estas fechas.
Si esta incertidumbre continúa, los fundamentales de los mercados del petróleo se mantendrán invariables, los precios del brent pueden continuar por encima de la media deseada, la prima de riesgo que supone la guerra no desaparecería y la economía global se vería entorpecida, corriendo incluso el riesgo de entrar en una recesión. En cualquier caso, si se produjera la guerra, además de las tristísimas consecuencias sociales, las consecuencias para la economía podrían ser desastrosas si no se resolviera el conflicto de una forma rápida y exitosa.
En fin, que gracias a las posibilidades que nos ofrecen las instituciones de inversión colectiva, y sobre todo el desahogo que supone la posibilidad de poder traspasar nuestro patrimonio entre los fondos sin tener que pasar previamente por caja, podemos capear este temporal con una cierta mayor tranquilidad, pero sin olvidarnos de que nuestra visión sigue siendo positiva, y que una vez que se despejen las incertidumbres geopolíticas que hasta ahora lastran los mercados, podemos asistir a un rally para el que debemos estar preparados.
En cualquier caso, y como ya hemos dicho en alguna otra ocasión, las oportunidades de que disponemos los ahorradores son cada vez más amplias, pero también más complejas, por lo que el asesoramiento profesional continúa siendo la mejor opción si queremos poder aprovecharnos de todas ellas.