Una gasolinera de Lleida vende combustible biodiésel para coches
Las empresas de capital familiar Petromiralles y Stocks del Vallés se han puesto de acuerdo para ser pioneras en España a la hora de suministrar combustible biodiésel a coches particulares. Ayer se inauguró el primer surtidor de este tipo de combustible en la gasolinera de Petromiralles en Tárrega (Lleida).
Desde ayer, los conductores que dispongan de vehículos con motores diésel podrán llenar sus depósitos con biodiésel en la gasolinera que la empresa Petromiralles tiene en la localidad leridana de Tárrega. Se trata del primer surtidor del país que suministrará este carburante, un 30% menos contaminante, a usuarios particulares, ya que hasta ahora su comercialización se limitaba a grandes consumidores, como empresas de transporte.
La iniciativa corresponde a dos empresas familiares cuyo objetivo común es contribuir al respeto medioambiental. Una de ellas es Petromiralles, con sede en Santa María de Miralles (Barcelona) y dedicada a la distribución de carburantes a través de sus cinco gasolineras ubicadas en la provincia de Barcelona (Igualada, Cercs y Vilafranca del Penedés), Girona (Figueres) y Lleida (Tárrega). La otra, Stocks del Vallés, con sede en Montmeló, centra su actividad en la producción de biodiésel bajo la marca comercial BDP 30.
El biodiésel es un carburante derivado de aceites vegetales o animales, virgen o reciclado, que lo convierten en una fuente de energía renovable no contaminante y biodegradable. El carburante ecológico que suministrará Stocks del Vallés a Petromiralles es de color amarillo y contiene un 70% de gasoil y un 30% de biodiésel fabricado a partir de los aceites y grasas usados en el sector de la restauración e industria alimentaria. El producto contribuye a la reutilización de este tipo de aceites, que son tratados para convertirlos en combustible evitando su vertido a las redes de alcantarillado.
La empresa encargada de recoger esos aceites y grasas utilizados es Hijos de Canuto Vila (Cavisa), compañía que es socia mayoritaria de Stocks del Vallés, en cuyo capital también están presentes el Instituto Catalán de Energía y la empresa austriaca BDI.
Según el director comercial de Petromiralles, Jesús Pauné, el biodiésel se venderá inicialmente a 0,73 euros el litro, equiparando siempre su precio al de venta del gasoil. La intención es 'fomentar su uso entre la clientela y evitar el hecho de que por tratarse de un producto ecológico, su precio resulte más caro para el consumidor', explicó Pauné.
Las previsiones de Petromiralles son instalar en los próximos días surtidores de biodiésel en otras tres de sus gasolineras y alcanzar unas ventas de 20 millones de litros anuales.
Actualmente, la empresa de distribución de carburantes vende unos 200 millones de litros por año de carburantes y en 2002 alcanzó una facturación de 100 millones de euros, con un incremento del 35% con respecto al ejercicio anterior.
Por su parte, el consejero delegado de Stocks del Vallés, Miquel Vila, asegura que el BDP 30 es 'un 30% menos contaminante que el resto de carburantes y, en consecuencia, su uso permitirá disminuir los índices de contaminación derivados del uso del vehículo particular'. El biodiésel que fabrica Stocks del Vallés se encuentra en fase de prueba en la red de autobuses municipales de Mataró para determinar su futura implantación. La empresa produce actualmente unas 6.000 toneladas de biodiésel anuales aunque su capacidad puede alcanzar las 18.000 toneladas.
Antes de la crisis alimentaria provocada por la contaminación por dioxinas de los pollos, este tipo de aceites se utilizaba para producir piensos. Desde 1999, ese uso está prohibido.