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Reestructuración

Iberia aplaza la división en filiales por el clima prebélico

La incertidumbre generada por una guerra en Irak ha provocado la movilización de las compañías aéreas de todo el mundo, en guardia ante un eventual hundimiento del tráfico que agravaría su ya de por sí delicada situación. En España, Iberia ha decidido congelar hasta después del verano el proceso de transformación en holding, a la espera de que se despeje el horizonte. Spanair ha pactado con los sindicatos una rebaja de jornada y sueldo hasta del 20% en caso de guerra y Air Europa negocia una medida similar.

La sombra de la guerra ha puesto en estado de alerta a los gestores de todas las aerolíneas del mundo. El temor a un desplome del tráfico en los próximo meses, en los que además empieza la temporada alta para el sector, ha forzado el diseño de planes de contingencia que minimicen la previsible crisis.

En España, Iberia, Spanair y Air Europa siguen con preocupación los acontecimientos y perfilan los últimos detalles de sus planes de emergencia.

La aerolínea de bandera, que acaba de cerrar un buen ejercicio 2002 pese a la difícil coyuntura, arrastrada en todo caso desde 2000, ha decidido congelar el proyecto de conversión en un holding por filiales, incluido en el nuevo plan estratégico para el periodo 2003-2005.

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En un encuentro con las centrales sindicales hace un mes, la dirección de Iberia explicó que ese frenazo a la división de sus negocios se prolongará hasta después del verano, momento en el que espera que la visibilidad sobre la evolución del mercado sea mayor, según fuentes cercanas a esa reunión. Iberia afirma oficialmente que el plan estratégico prevé la constitución de un holding antes de 2005, pero añade que en ese documento no se concreta una fecha para implantarlo.

Al mismo tiempo, la aerolínea que preside Xabier de Irala busca con esa demora más tiempo para calibrar el impacto en su mercado de las agresivas compañías de vuelos baratos, especialmente en las rutas europeas.

De hecho, uno de los retos que se plantea en el citado plan estratégico es la adaptación al nuevo escenario que crea la irrupción de esta dura competencia. Hoy día operan en España Go, Ryanair, Air Berlin, Buzz, Germanwing o Transavia, entre otras, y su impacto en el mercado España-Europa empieza a dejarse notar.

Iberia está registrando sus ratios más discretos de incremento de tráfico en esas rutas, aunque oficialmente lo achaca a la debilidad del mercado por la ralentización económica. En todo caso, el plan de futuro prevé la creación de una oferta específica más barata y con menos servicios a bordo que permita afrontar esta competencia.

Por ahora, dentro de su plan de contingencia para la guerra, la aerolínea acaba de anunciar que retrasa la incorporación de tres aviones de medio radio, destinados precisamente a esos tráficos.

Los datos de demanda del mes de enero explican esta decisión. Iberia ha registrado un incremento del número de pasajeros transportados del 4,4%, sin embargo, en los vuelos intraeuropeos este índice ha crecido sólo el 0,66%.

De forma genérica, el plan de contingencia prevé la posibilidad de retirar de la flota un total de 30 aviones sin coste adicional para la empresa. También se ha asegurado el precio de buena parte del combustible que consumirá este año.

Spanair también ha anunciado su plan anticrisis. La aerolínea ha acordado con los sindicatos recortar los salarios hasta el 20% en caso de que se desate una guerra en Irak, según declaró ayer una portavoz. 'Hemos calculado que una guerra implicaría probablemente una caída del 25% en nuestra producción (medida en vuelos) y preferimos tomar esta medida para evitar despidos', declaró a Reuters.

La paga para los pilotos y los directivos de alto rango se reduciría un 20%, mientras el resto de los trabajadores cobrarían un 5% menos si, finalmente, hay conflicto. La nómina del grupo es de 3.000 personas, de las que 569 son pilotos.

Por su parte, el presidente de Air Europa, Juan José Hidalgo, declaró esta semana que adoptará medidas similares si estalla el conflicto bélico en Irak. De momento, la empresa ha monitorizado la venta de billetes y la evolución de las reservas para tomar decisiones si las cifras son alarmantes.

Mientras el sector se prepara para la guerra, AENA sorprendió ayer al publicar unas estadísticas de tráfico aéreo en enero muy positivas. Los aeropuertos anotaron un crecimiento de trafico respecto al mismo mes del año anterior del 9,9%, mientras el número de operaciones subió el 6,9%. Las aerolíneas lo achacan a que se compara con un nefasto enero de 2002 y a la agresiva política tarifaria que ha generado la crisis.

IATA teme otro ejercicio con pérdidas

La guerra en Irak puede volver a meter a la industria aérea en el agujero de las pérdidas este año, con lo que se encadenarían tres ejercicios consecutivos de números rojos, según las estimaciones de la International Air Transport Association (IATA).Inicialmente, la asociación estimaba que el sector arrojaría a escala planetaria ligeros beneficios, tras acumular nada menos que 30.000 millones de dólares (28.037,38 millones de euros) de pérdidas en 2001y 2002, pero esa proyección se realizó en un escenario de paz, según declaró a Reuters Peter Morris, economista jefe de IATA. 'Si hay guerra, las predicciones no valen', añade. IATA tiene previsto anunciar una nueva proyección de resultados para el conjunto del sector en el próximo mes de marzo o en abril. 'La clave es analizar todos los aspectos del negocio desde el punto de vista de los costes y al mismo tiempo reducirlos'. En todo caso, el directivo de IATA estima que las aerolíneas que operan en la zona de Asia-Pacífico estarán más protegidas del impacto de la guerra que las empresas de Europa y Estados Unidos.

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