El metro de Bilbao, un plató cinematográfico
Achero Mañas ha sido el último director de cine, hasta el momento, que ha recurrido al rodaje en los vagones del metro de Bilbao. El metropolitano de la capital de España se ha negado a cederle sus instalaciones. Mañas fue el triunfador de la gala de los premios Goya en su edición de 2001, la anterior a la reciente y polémica celebración de estos premios del cine español por las críticas de los artistas al apoyo del Gobierno de Aznar a la guerra contra Irak.
El realizador de El Bola rodó en las unidades del metro de Bilbao en noviembre pasado alguna de las secuencias de su próximo largometraje, que precisamente se titula Noviembre y está ambientado en el año 2040.
Los cineastas se enfrentan al problema de los permisos de rodaje en Madrid, que el Ayuntamiento los concede con cuenta gotas.
El director bilbaíno, Luis Marías, autor de X, destaca el auge de las ciudades alternativas, que ceden sin tantos problemas sus escenarios naturales, 'lo que te compensa el gasto extra del desplazamiento de equipos'. En el caso del metro de Bilbao, sus instalaciones, de techos altos y amplios espacios, facilitan las maniobras de los rodajes profesionales, según indica Marías, a quien en estos casos le toca dirigir equipos de más de veinte personas que además desplazan abundante material técnico.
De paso, Metro de Bilbao hace negocio con los rodajes, que el ejercicio pasado le reportaron una facturación de 18.000 euros, aunque sus principales ingresos atípicos proceden de otro tipo de promociones, y sobre todo de la publicidad estática que adorna las estaciones.
Del total de ingresos contabilizados en 2002 (34,2 millones de euros), los procedentes de una actividad ajena al transporte de viajeros alcanzaron los 2,1 millones, en los que se incluyen la facturación por los rodajes. Además de Mañas, por las vías del metro de Bilbao han pasado las cámaras de los directores vascos Juanma Ortuoste, que grabó algunas escenas de su largometraje Entre todas las mujeres, y de Ramón Barea.
Para promocionar esta actividad, Metro de Bilbao ha distribuido entre las productoras audiovisuales de España un catálogo de imágenes de sus instalaciones, un cuaderno que ha denominado 35 milímetros, el celuloide con el que se graban las películas.
En el metro de Bilbao se han rodado, siempre de madrugada para no interrumpir el servicio, desde imágenes publicitarias para la compañía automovilística Renault, que introdujo un coche en una estación hasta de la empresa de seguros Axa y de la aerolínea Lufthansa, pasando por el vídeo musical de Lucrecia La gente quiere bailar.