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Europa

Las Bolsas europeas prolongan las caídas en espera de nuevas referencias sobre Irak

Hace una semanas sucedió algo muy parecido a lo observado ayer en las principales Bolsas del mundo. La llegada de los valores líderes a zonas conflictivas, muy cerca de los mínimos de octubre del año pasado, provocó un movimiento automático al alza, sin mayores consideraciones que las propias de un rebote técnico. Este fenómeno abundó ayer de principio a fin de la jornada. Los bancos están muy tocados; las eléctricas de peso no saben qué dirección tomar y Telefónica aguanta el tipo como puede, pero con sucesivos escalones a la baja.

La situación, es más, coincide con las Bolsas de Estados Unidos acercándose lentamente a los mínimos de octubre, cota a la que antes llegaron el Stoxx 50 y la Bolsa alemana. Más lejos quedan Madrid y París. Estos rebotes son más fáciles de orquestar, en cualquier caso, con volúmenes de negocio deprimido, que es lo que sucede en los últimos días.

El Ibex terminó la sesión con un descenso del 0,39% después de alternar pérdidas y ganancias. El índice llegó a subir un 1% en el mejor momento y a bajar el 1,28% en el peor. Entre máximo y mínimo osciló un 2,32% con un volumen de negocio en línea a las sesiones anteriores; es decir, muy bajo. El efectivo del continuo alcanzó los 1.075,64 millones de euros, de los que 83 millones correspondieron a operaciones especiales.

Telefónica y el Santander fueron los valores que más presionaron a la baja. Retrocedieron el 1,47% y 1,26%, respectivamente, que en puntos significaba un descenso de 27,04 sobre los 22,60 que se dejó el índice al cierre.

Terra también influyó a la baja. Perdió un 7,38% después de que el mercado conociera que ha reforzado el negocio online con Telefónica mediante una nueva alianza estratégica. Los inversores que apostaron en su día por una opa de exclusión sobre la filial han huido del valor al considerar que esta posibilidad se pierde.

La caída de la Bolsa fue mínima, pero 11 valores de los 35 del Ibex perdieron más del 1%. Amadeus sigue en racha y ayer capitaneó el índice con una ganancias del 4,65%. En el resto de Europa las cosas pintaron igual. Los principales mercados cerraron por debajo del 1% y con posiciones muy cortas. A pesar de que las últimas jornadas no han sido sorprendentes, en un sentido u otro, lo cierto es que las pérdidas acumulas en el mes son importantes ya para el Dax y el Cac (más de un 6%). La desidia en la que cayeron los mercados se debió a la falta de nuevas referencias sobre el conflicto entre EE UU e Irak. Los inversores esperan conocer hoy el último informe de la ONU sobre el armamento en Irak y las posturas de los aliados.

Los dos focos de atención vinieron del lado de EE UU y Europa. El Banco Central Europeo sigue siendo pesimista y ha confirmado que hay señales inequívocas de la debilidad del consumo en la zona euro a principios de año.

Los indicadores económicos de EE UU resultaron más prometedores. El desempleo cayó la última semana, lo que indica, a juicio de los analistas, que el mercado laboral se está estabilizando, mientras que las ventas al por menor resultaron por debajo de lo esperado. Los expertos consideran, no obstante, que hay que tener en cuenta la revisión al alza de crecimiento, desde el 1,2% anterior hasta el 2%, y el aumento de ventas que se ha producido sin automoción.

El nerviosismo aumentó ayer después de que Corea del Norte dijera que posee un misil que podría llegar a EE UU. Los analistas siguen tanto los asuntos geopolíticos como los comentarios que ha suscitado la comparecencia de Alan Greenspan.

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