Cambia el sector de componentes de automoción
La adaptación a las nuevas exigencias de mercado, caracterizado por la globalización, unida a la necesidad de reducción de costes, está suponiendo importantes implicaciones en la gestión de los distintos agentes del sector de automoción, ya que éstos deben seguir respondiendo de forma eficiente a estos cambios para asegurar su supervivencia en el medio y largo plazo.
En particular, los fabricantes de equipos y componentes están viviendo en un entorno caracterizado por la complejidad, en el que deben actuar con flexibilidad, eligiendo estrategias adecuadas que se adapten a las nuevas tendencias.
La nuevas exigencias del mercado globalizado y la necesidad de reducir costes están cambiando la industria del automóvil El número de proveedores del sector de la automoción en el mundo quedará reducido a una décima parte en torno al año 2010
La respuesta debe ser un conjunto de acciones ágiles, con rapidez a la innovación, creando valor para el cliente, que asegure el valor diferencial del producto y servicio, con una visión integrada de la cadena de valor.
Por ello, los fabricantes de equipos y componentes deben anticiparse a la toma de estas acciones adecuadas a la nueva situación del mercado, donde los clientes son más exigentes, la competencia está más preparada y es preciso el uso de nuevas tecnologías que permitan garantizar una mayor rapidez de respuesta.
Como consecuencia de los nuevos desafíos, los fabricantes de equipos y componentes deben enfrentarse a sus propios retos. En este sentido, deben identificar sus verdaderas competencias (su core business) y el valor que generan a sus clientes; de no ser así, difícilmente podrán permanecer en el mercado que se está configurando para el futuro.
Desafíos económicos a los que debe enfrentarse el sector
Estructura financiera adecuada. Atención a la estructura financiera que es preciso para hacer frente a las necesidades crecientes de financiación, debido a las nuevas oportunidades de negocio que generan los constructores con sus políticas de outsourcing, globalización e inversión en I+D+innovación.
Masa crítica suficiente. Las empresas de componentes tienen, en general, un tamaño pequeño. Para poder mantener el ritmo impuesto por los fabricantes de vehículos en cuanto a innovación y desarrollo tecnológico deben aumentar su tamaño.
Desafíos técnicos a los que debe enfrentarse el sector
Superación de las barreras técnicas. El número de lanzamientos de nuevos modelos es cada vez mayor, y su nivel de exigencia en cuestiones de calidad y diseño aumenta paulatinamente, atendiendo a diseños medioambientalmente adecuados.
El creciente fenómeno de la globalización y la deslocalización de la producción. España carece de fabricantes de automóviles propios, por lo que los centros de decisión no se encuentran en España. El Este de Europa se convierte en el gran competidor de España y se generan oportunidades de negocio en nuevos mercados (Asia, Suramérica...) a los que se debe prestar atención para coordinar la presencia en estos nuevos mercados desde nuestro país.
La flexibilidad. Entendemos por flexibilidad la capacidad de adaptación al entorno manteniendo los parámetros que condicionan la rentabilidad y la sostenibilidad. El sector de fabricantes de equipos y componentes no debe limitarse a suministrar un producto o un servicio específico, sino que debe participar en proyectos conjuntos con el fabricante de vehículos, buscando su implicación y su innovación tecnológica propia para convertirse en proveedor de módulos o servicios más complejos y con mayor valor añadido que sea imprescindible para el fabricante de vehículos.
¿Cómo alcanzar ahora la excelencia, manteniendo los parámetros de rentabilidad en un entorno de complejidad, donde es necesario seguir mejorando?
En España, las plantas constructoras de vehículos cuentan con altos estándares de calidad y eficiencia, contando con los máximos avances tecnológicos que proceden de las casas matrices situadas en el entorno europeo, que es donde básicamente se desarrolla la I+D del sector. El mismo panorama nos encontramos cuando analizamos a los fabricantes de equipos y componentes.
La falta de un I+D propio en nuestro país es una gran debilidad del sector de automoción en España; a pesar de contar con una elevadísima capacidad para llevar a cabo este tipo de actividades con personal altamente cualificado y contando con grandes ventajas de apoyo público, es necesario invertir en I+D+innovación en España. Esta actividad concreta de I+D+innovación está comenzando a realizarse en España cada vez más, y además comienza a ser delegada a los fabricantes de equipos y componentes.
Por otro lado, nuestro tejido industrial del sector de automoción es, sin lugar a dudas, una industria fuerte y competitiva a nivel mundial. España cuenta con un gran número de empresas tanto nacionales como internacionales que proveen al sector español y europeo de automoción con altos niveles de calidad y a precios muy competitivos.
Las decisiones que los distintos agentes tomen para afrontar los nuevos retos del sector serán determinantes a la hora de conseguir su éxito. Es crítico que cada agente conozca su estatus actual, cuál es su posición respecto a sus clientes y a la competencia, sus líneas de producto y su forma de gestionar (management). Sólo si una compañía conoce en detalle todas estas variables, será capaz de validar o modificar su estrategia.
Además, en este nuevo panorama el número global de proveedores o suministradores del sector de automoción quedará reducido a una décima parte en torno al año 2010. Los procesos de fusiones y adquisiciones que se están produciendo no disminuirán en los próximos años; muy al contrario, los proveedores, al necesitar una mayor masa crítica para hacer frente a las fuertes inversiones que demandarán los fabricantes de vehículos, tendrán que sufrir procesos de integración.
El número de proveedores de primer nivel pasará de las 1.000 empresas actuales a unas 20 o 30 en el año 2010 y las empresas proveedoras de segundo nivel descenderán al final de la década hasta una cantidad cercana a las 800, teniendo en cuenta que actualmente son más de 10.000 las compañías que cuentan con esa consideración.
Además, la tendencia de la industria de fabricantes de equipos y componentes comienza a estar marcada por la especialización relacionada con desarrollos electrónicos.
El sector de automoción tiene ante sí un futuro prometedor en su segundo siglo de existencia, pero sufrirá cambios importantes tanto en la organización industrial a gran escala, como en la mentalidad y posicionamiento de las marcas, fabricantes de primer equipo y los diversos agentes de la distribución, actuales y posibles.