Aznar asegura que no ha contraído compromisos militares con Bush
El coordinador general de Izquierda Unida, Gaspar Llamazares, sacó ayer de sus casillas a José María Aznar al acusarle de trabajar 'a favor de la guerra' y de haber movilizado ya material bélico para acudir en ayuda de Estados Unidos. Recién llegado de la cumbre hispano-alemana celebrada en Lanzarote, Aznar ofreció desde su escaño el primer síntoma de que ha decidido tomar ciertas distancias ante el conflicto: 'Si ha insinuado que el Gobierno tiene algún compromiso o ha tomado alguna decisión en cuanto a movimientos militares, está mintiendo, está faltando a la verdad gravemente e intentando engañar a la gente. No tenemos ningún compromiso ni hemos tomado ninguna decisión en cuanto a movimientos militares', le respondió a Llamazares.
Este giro tan tajante, que parece eludir el convenio bilateral vigente con EE UU, desmiente declaraciones anteriores del presidente sobre la cobertura militar que España estaría dispuesta a ofrecer en caso de guerra y también desautoriza informaciones procedentes del Gobierno que dan por hecho el compromiso de participar en una operación militar contra Irak si fracasan las inspecciones de la ONU y la Administración Bush se decanta por el uso de la fuerza. Desde el inicio del conflicto se dio por hecho en el Ejecutivo que la ayuda incluiría la utilización de las bases de Rota y Morón de la Frontera, entre otras instalaciones militares. De hecho, en ellas ya se han preparado varios edificios con cientos de camas para que puedan pernoctar los soldados en tránsito hacia el Golfo.
El propio Aznar ha admitido ante el Congreso en otras ocasiones que ya ha abordado con el presidente George Bush estas cuestiones. La última entrevista personal entre ambos tiene fecha de 18 de diciembre, pero con anterioridad el ministro de Defensa, Federico Trillo, también celebró encuentros con autoridades estadounidenses.
'Todos sabemos que aquí hay unas bases comunes que podemos utilizar', declaró recientemente el embajador de EE UU en España, George Argyros, interesado en mantener una reunión con los diputados españoles de la comisión de Exteriores que no ha llegado a celebrarse.
Informe de los inspectores
Quien sí admitió ayer sin disimulo que dejará a Estados Unidos que utilice sus bases en caso de guerra fue el canciller alemán Gerhard Schröder durante la rueda de prensa que ofreció junto a Aznar en Lanzarote. A pesar de su resistencia a respaldar el ataque bélico, EE UU tiene 'garantizado' por parte de Alemania, dijo el canciller, el derecho de sobrevuelo y el uso de las bases, así como la protección de sus intereses en dicho país, informa Europa Press. 'Aunque tengamos posiciones diferentes en algunas cosas, somos amigos y aliados', añadió Schröder.
Aznar demostró también ayer que empieza a tomar ciertas distancias respecto a su firmeza inicial ante el conflicto al responder a una pregunta del líder del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, interesado en conocer la postura que defenderá España mañana viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU. Fue entonces cuando el presidente condicionó la postura final del Ejecutivo español al informe que presenten los inspectores. Zapatero le acusó de escudarse a estas alturas en estos últimos para no aclarar si emprende una huida hacia adelante o da marcha atrás.