La Unión Europea abre un nuevo expediente a Microsoft
La Comisión Europea confirmó ayer la apertura de un nuevo expediente contra Microsoft tras la denuncia presentada por una agrupación estadounidense de multinacionales del sector de las telecomunicaciones y del informático. Los denunciantes, entre los que figuran desde rivales de Microsoft como Sun Microsystems y AOL Time Warner hasta empresas de mensajería como UPS, acusan al gigante informático de aprovechar su última versión del sistema operativo Windows, XP, para extender su dominio a mercados como los sistemas operativos para los teléfonos móviles o para la gestión de derechos de autor en los productos comercializados a través de Internet.
'Estamos impacientes por dialogar con la Comisión para resolver sus temores', declaró en Bruselas un portavoz de Microsoft para Europa, Oriente Medio y África. Bruselas, por su parte, anunció que no añadirá los nuevos cargos a la investigación en curso que inició en el año 2000 y que espera concluir este mismo semestre. En un expediente similar, la compañía de Bill Gates logró el año pasado una victoria judicial en Estados Unidos, pero la CE se resiste a suscribir los términos del acuerdo alcanzado por Microsoft con la Administración de George Bush.
Móvil
El departamento comunitario de Competencia, que dirige el comisario europeo Mario Monti, recordó que 'el simple hecho de que tengamos una denuncia nos obliga a iniciar una nueva investigación'.
Pero Bruselas ya había indicado extraoficialmente su inquietud sobre los avances de Microsoft en las nuevas tecnologías y, muy concretamente, en la telefonía de tercera generación.
La CE había previsto, además, que el pacto de Gates con la Administración estadounidense acabaría animando a los rivales de la compañía a pedir auxilio a las autoridades europeas. La velada invitación ha acabado surtiendo efecto.
La nueva denuncia rellena la canana de las huestes de Monti, que sopesan desde hace semanas el veredicto definitivo sobre Microsoft. La posibilidad de que la multinacional recurra ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea aconseja extrema cautela en el disparo, sobre todo después de que en 2002 los jueces anularan el veto de Monti a tres fusiones empresariales.