ADAF será la encargada de homologar la compatibilidad de los equipos
La línea de alta velocidad de Madrid a Barcelona fue concebida con las más altas prestaciones que se conocen hasta la fecha. Al margen del proyecto de tren magnético que se prueba entre el aeropuerto y la ciudad de Shanghai, no existe en el mundo, a fecha de hoy, otra infraestructura ferroviaria que haya sido diseñada para velocidades de 350 kilómetros por hora.
Esta exigencia, según fuentes técnicas consultadas, 'supone un salto tan importante, que todos los equipos, desarrollos y vehículos que participen en la explotación deberán ser sometidos a exigentes pruebas de homologación'.
Esta función de homologación ha sido asignada a ADAF, 'un organismo de reciente creación y prácticamente desconocido', que hasta la fecha ha tenido una presencia pública nula en el proyecto.
Distintos suministradores
ADAF no sólo tendrá que enfrentarse al reto tecnológico de los 350 kilómetros. El Gobierno, a lo largo del proceso de licitación, tuvo especial interés en repartir los pedidos. Así, en el momento de la puesta en marcha de la infraestructura, encontramos que han de convivir tecnologías de los más variados fabricantes; y además tienen que ser interoperables entre sí.
La señalización de Ansaldo y Cobra debe ser compatible con la catenaria de Cobra y de la antigua Adtranz. Las comunicaciones móviles de Siemens tienen que entenderse con las tecnologías de fibra óptica que se adjudicaron a Alcatel. Los trenes de Talgo y de Siemens deben poder convivir.
Ambas circunstancias obligan a extremar los controles de calidad del producto final.