España canjeará 25 millones de la deuda de Perú por inversión privada
El Gobierno del presidente Alejandro Toledo ha trasladado a las autoridades españolas su interés por reactivar la cooperación financiera y las inversiones entre Perú y España, además del compromiso para eliminar los obstáculos institucionales que todavía existen en las relaciones económicas bilaterales.
Con este fin, y aprovechando su presencia en la Feria Internacional del Turismo (Fitur), el vicepresidente primero del Perú, Raúl Díez-Canseco, mantuvo una reunión de trabajo con el vicepresidente del Gobierno español y ministro de Economía, Rodrigo Rato, en la que se ultimaron los detalles para firmar un acuerdo de conversión de parte de la deuda oficial peruana en inversiones privadas españolas.
El acuerdo será similar en sus condiciones a los que España tiene suscritos con Marruecos, Jordania, Argelia y Bulgaria. El importe de la deuda a convertir se ha fijado inicialmente en 25 millones de euros, ampliables en función de la demanda de proyectos por parte de las empresas españolas.
España y Perú firmaron el pasado mes de agosto un primer acuerdo de conversión de deuda, por importe de siete millones de euros , aunque limitado exclusivamente a inversiones públicas realizadas por el Gobierno de Lima.
Los datos de la Compañía Española de Seguros de Crédito a la Exportación (Cesce) cifraban la deuda comercial de Perú, al inicio de 2002, en 539,50 millones de euros, a los que hay que añadir el importe de la deuda por operaciones con cargo al Fondo de Ayuda al Desarrollo (FAD).
Ambos mandatarios acordaron también activar el vigente programa de cooperación financiera, por el que España pone a disposición de Perú 204 millones de euros para financiar exportaciones de bienes y servicios españoles hasta el año 2004. Este acuerdo se firmó con ocasión de la visita de los reyes de España, en noviembre de 2001, y está todavía sin utilizar.
El vicepresidente peruano se comprometió también a acelerar las negociaciones para firmar un convenio para evitar la doble imposición. Este convenio, que supondrá un importante incentivo para los inversores españolas, es uno de los escasos contenciosos en las relaciones hispano-peruanas, heredado de los Gobiernos de Alberto Fujimori, que se negaron sistemática a suscribirlo por temor a una importante pérdida de ingresos.
Impulso a las relaciones con Colombia
Además de Perú, España está a punto de aprobar otra de las asignaturas pendientes para completar el marco de relaciones institucionales con todos los países iberoamericanos, al anunciar el ministro de Comercio y Desarrollo de Colombia, Jorge Humberto Botero, que su Gobierno presentará en las próximas semanas a las autoridades españolas un proyecto de Acuerdo para la Promoción y Protección Recíproca de Inversiones (Appri).Durante un reciente encuentro empresarial, organizado por las Cámaras, Botero anunció que este acuerdo permitirá una solución 'rápida y eficaz' de los contenciosos que mantienen algunas empresas españolas en el país andino. El primer acuerdo bilateral de promoción de inversiones, firmado en 1993, no llegó a entrar en vigor al no ser ratificado por el Parlamento colombiano.