Perspectivas de la nueva economía
Un reciente estudio que hemos realizado entre 150 compañías europeas de alta tecnología e Internet revela que, aunque sus valoraciones se han reducido por segundo año consecutivo debido al pinchazo de la burbuja de Internet, la presión y volatilidad de los precios en los mercados bursátiles de las empresas de telecomunicaciones y el impacto de los escándalos de Enron y Worldcom, el capital de las firmas de capital riesgo e inversión fluye hacia el sector con mayor dinamismo que hace un año.
La valoración de las compañías analizadas esperada para 2003 es de 35 millones de euros, una cifra que representa un descenso del 33,9% respecto a los 53 millones de euros que reflejaba el estudio de un año antes. A pesar de este descenso, que no es sorprendente a la luz de los acontecimientos de los últimos 12 meses, los emprendedores e inversores deben tener en cuenta la buena noticia de que estos niveles de valoraciones están invitando a las firmas de capital riesgo e inversión a volver al mercado una vez más.
Aunque tan sólo el 20% de las compañías han alcanzado la tercera ronda de financiación -frente al 27% de un año antes-, es relativamente mayor el número de ellas que ha accedido a la primera y a la segunda rondas. Resulta evidente que el segundo escalón de crecimiento de las empresas se está volviendo más crítico para establecer el potencial de un producto para asegurar las ventas iniciales con las que generar un cash flow positivo.
La salida exitosa de estas nuevas compañías sigue siendo considerada como un hito por sus promotores, pero ahora sólo el 21% cree en la perspectiva de una oferta de colocación de acciones en los mercados financieros dentro de los próximos cinco años.
El enfoque de los negocios también ha cambiado, ya que las nuevas compañías son menos ambiciosas en perseguir el aumento acelerado de tamaño y más en los objetivos de alcanzar la viabilidad comercial antes y de usar el capital que se va obteniendo con el fin de acortar el tiempo necesario para llegar al equilibrio financiero. Además, la principal motivación de esta nueva generación de promotores es inicialmente probar su concepto -4 de cada 10 consultados-, manejar su propio destino -el 17,5%- o el simple emprendedurismo en sí mismo -15%-, más que la pura ganancia financiera, que reconoce el 12,5% de la muestra encuestada.
Preguntados por los principales obstáculos que han encontrado para sobrevivir, conseguir capital no es el más importante. El más relevante -señalado por el 20% de los encuestados- es ganar clientes, seguido por la obtención de capital y las condiciones generales de los mercados de telecomunicaciones. Esto podría indicar que el mal clima sobre la financiación para este tipo de compañías al menos ha tocado fondo.
La perspectiva cambia cuando se habla de futuro. Los factores más determinantes en este caso son ganar clientes -31%- y el reclutamiento de personal -29-. Las razones para ello no son difíciles de entender. Con el equipo fundador volcado en el desarrollo de su producto o servicio, los aspectos comerciales ocupan a menudo un segundo plano. Hasta que no hay nada para vender, no hay motivos para preocuparse por la cuestión. La primera fase del desarrollo de la compañía se centra en la tecnología en sí misma, proteger la propiedad intelectual y hacer prototipos que funcionen.
Sólo cuando los productos están listos para ser ofrecidos al mercado surgen factores complejos de solucionar y para los que los promotores no poseen la sapiencia requerida, como las ventas, la distribución, las licencias, los servicios al usuario o las alianzas con otras compañías.
El reclutamiento de personal sigue siendo clave. A pesar de las bajas valoraciones bursátiles, las participaciones accionariales y las opciones sobre acciones siguen siendo el factor prominente de retribución. Todavía se pueden obtener buenas ganancias por esta vía y es previsible que continúen siendo ofrecidas, particularmente, para retener a directivos que podrían asumir riesgos importantes entrando en una compañía pequeña. Un 1% o un 2% en acciones de la compañía puede parecer insignificante en los tiempos actuales, pero puede resultar una suma importante de dinero si la firma triunfa.
Los riesgos son altos, pero el reclamo para ser captado mediante opciones es suficiente para continuar atrayendo buenos profesionales del mundo corporativo.