Los exportadores ya sufren los perjuicios de la incertidumbre
Las incertidumbres sobre si habrá o no conflicto bélico en Irak y respecto a la duración del mismo son, desde el punto de vista económico, más dañinos casi que la propia guerra para las empresas exportadoras, muchas de las cuales ya denuncian graves perjuicios derivados de la caída del consumo que la situación actual ha generado en los mercados de la Unión Europea y Estados Unidos.
'La incertidumbre es muy negativa y la guerra, si se produce, aún más negativa por la pérdida de vidas humanas. Pero si el conflicto se resuelve de forma rápida, se producirá una reactivación de la economía internacional y la recuperación del comercio'. Quien así se expresa es Rafael Calvo, presidente de la Federación de Industrias del Calzado, resumiendo el sentir general de las asociaciones de exportadores.
Ello no es óbice, sin embargo, para que advierta que 'para los sectores de consumo como el nuestro los efectos a corto plazo serán muy negativos, ya que el descenso del consumo en los países industrializados puede hundir toda una temporada'.
En la misma línea, Balbino Prieto, presidente del Club de Exportadores, insiste en que 'la incertidumbre en que nos movemos actualmente ya nos está perjudicando. A los empresarios no nos gusta la guerra, pero si es inevitable, al menos que sea corta, sobre todo por el coste de vidas humanas'. Recuerda, además, que el conflicto actual 'se produce en mal momento para España, porque tanto las empresas como el Instituto Español de Comercio Exterior (Icex) habían regresado con importantes expectativas de negocio de la reciente Feria de Bagdad, que ahora desaparecen'.
Miguel Aguilar, director económico de la Asociación Nacional de Fabricantes de Automóviles (Anfac), primer sector exportador español, apunta también que 'en la UE ya estamos pagando las incertidumbres'.
En su opinión, 'Los parámetros que van a gobernar la crisis deberían ser parecidos a los de la Guerra del Golfo, por lo que si la guerra es rápida, las incertidumbres son mayores antes que después. En esta hipótesis, la economía internacional no debería tardar en entrar en una fase expansiva y eso permitiría que nuestras cifras de exportación no se vieran sensiblemente alteradas a final de año'. Matiza, pese a todo, que 'si la situación se complica y la guerra es larga, será muy dañina no sólo por la pérdida de vidas, sino porque, además, va a disparar el precio del petróleo.
Asimismo, Joan Canals, presidente del Consejo Intertextil Español, destaca los perjuicios que está sufriendo el sector porque, 'aunque nosotros no exportamos mucho a Oriente Próximo, la incertidumbre está haciendo que el consumo se retraiga en la UE y EE UU, y esto puede acabar con las expectativas de recuperación'.
La región aporta el 3,3% de las ventas exteriores
Las relaciones comerciales entre España e Irak se encuentran sometidas al embargo de la ONU y se desarrollan al amparo del mecanismo conocido como Petróleo por Alimentos, autorizado por Naciones Unidas en 1996. Desde entonces los intercambios bilaterales han tenido un importante crecimiento, dentro de las limitaciones, y el interés de las empresas españolas por el mercado iraquí es creciente, siendo nuestras principales exportaciones leche y derivados lácteos, vehículos de transporte, equipo médico-hospitalario y maquinaria.Del resto de países que pueden verse afectados por el conflicto, el principal mercado para España es Turquía, que se ha consolidado como el decimoctavo cliente mundial de España y donde están instaladas ya empresas como Mango, Zara o Mapfre. En conjunto, la zona de Oriente Próximo, incluyendo a Turquía, apenas representa el 3,3% de las exportaciones españolas, aunque en los últimos tres años se han abierto interesantes oportunidades en Israel, Irán, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos.