Los indicadores económicos y la tensión bélica devuelven las pérdidas a las Bolsas
Nuevo paso atrás tras el respingo inapropiado del miércoles y la debilidad de fondo de los mercados estadounidenses en esa jornada, que continuó en la apertura de ayer. Más de lo mismo en la geopolítica. Más de lo mismo en el empeoramiento de las grandes cifras de actividad económica. El Ibex perdió un 1,95%, y con ello la referencia de los 6.000 puntos, en una sesión de extrema volatilidad y de escaso negocio. El principal índice del mercado español osciló un 2,46% entre máximo y mínimo y tan sólo negocio 1.231,13 millones de euros, una de las cifras más bajas de las últimas semanas. Es más, en esta cuantía están incluidos los 84,49 millones que se hicieron en operaciones especiales.
Telefónica y los grandes bancos son los valores que están moviendo la Bolsa al alza y a la baja en estas últimas sesiones. Alternan fuertes pérdidas con altas ganancias. La teleco, el BBVA y el SCH perdieron el 2,55%, un 3,92% y el 3,57%, respectivamente, después de ganar un 2,27%, el 4,08% y un 5% la víspera.
Las ventas dominaron la sesión de principio a fin. Los mercados abrieron con pérdidas cercanas o superiores al 1% después de conocer el discurso de Colin Powell en detalle y la reacción al mismo por parte de Wall Street, que se dejó un 0,35%.
La preocupación del mercado ha ido en aumento ante las dudas de la capacidad del Gobierno de Bush para convencer al resto de los países de la necesidad de un ataque armado contra Irak. Los expertos consideran como uno de los escenarios más negativos un ataque unilateral sin el respaldo del Consejo de Seguridad de la ONU.
Es más, el Consejo Atlántico, reunido ayer en Bruselas, no logró llegar a un acuerdo global acerca de las demandas de EE UU en caso de un conflicto en Irak.
Pero el pesimismo creció con el índice de productividad estadounidense del cuarto trimestre, que se redujo un 0,2%, cuando las expectativas de los analistas era que subiera un 0,4%.
El discurso de Colin Powell ante el Consejo de Seguridad de la ONU, sin embargo, no ha sorprendido a los analistas. Para Safei, tal y como se esperaba, sus palabras van a suponer el pistoletazo de salida para iniciar la maquinaria de intervención. A su juicio, la volatilidad se va a mantener durante las próximas semanas, porque la situación está ahora igual que hace dos días. 'La intervención, de ocurrir, probablemente aún tardará en llegar, y mientras tanto no esperamos una tendencia clara ni volumen en el mercado, lo que se traducirá en una elevada volatilidad'.
Los analistas de esta firma de inversión siguen inclinándose por la cautela y sólo recomiendan posiciones a corto aprovechando las buenas noticias que pueda anunciar alguna compañía del lado de los resultados.
José Luis Martínez, economista de Citigroup, comentaba en su análisis diario que 'el inicio de la guerra no es el final de la incertidumbre'. Sigue viendo demasiados traders y pocos inversores finales.
La principal referencia para Europa fue la reunión del BCE. El mercado apostaba por un mantenimiento de tipos, tal y como ocurrió. Sorprendió, sin embargo, que el Banco de Inglaterra bajara los tipos un cuarto de punto, hasta el 3,75%. Es el nivel más bajo de hace medio siglo, lo que refleja la gran inquietud que existe sobre el estado de la economía y de las caídas de las Bolsas.
Los datos de Alemania siguen preocupando; incluso han levantado sospechas sobre una segunda posible recesión. Ayer se supo que los pedidos de fábrica en diciembre bajaron un 4,1% cuando se esperaba un recorte del 1%.
El déficit de Estados Unidos provoca tensiones en los bonos
La Administración Bush ha disparado las alarmas en los mercados de bonos con las últimas medidas económicas que ven en el déficit público la panacea de todos los males. La cifra presupuestada es la más alta de la historia y, lo que es más importante, puede quedarse corta, según los expertos.Los precios de los bonos han comenzado a girar a la baja (rentabilidades al alta) por primera vez en mucho tiempo. Hasta ahora, la debilidad progresiva de las Bolsas y la caída de los tipos de interés oficiales provocaban fuertes subidas de los bonos (rentabilidades al alza), hasta crear lo que algunos ya denominan la gran burbuja de la renta fija. Al cierre de las operaciones de Wall Street el miércoles, el Tesoro estadounidense anunció la vuelta a la emisión de letras a tres y cinco años, una práctica que había anulado en 1997. Los inversores han entendido que la Administración necesita financiación urgente y que los tipos de interés actuales del 1,25% desanimarán a los inversores en potencia. Los expertos en bonos van más lejos en sus pronósticos y señalan que en las últimas semanas importantes compañías privadas, principalmente las grandes telefónicas y eléctricas, han puesto en marcha emisiones de bonos a tipos más altos que los oficiales. El mercado de renta fija, añaden, está lleno de ofertas. Hay más papel y ello conllevará más competencia, que en este caso no es otra cosa que la de ofrecer tipos de interés más atractivos, porque el perfil de las diferentes compañías que compiten es muy parecido. Aunque los Estados siempre cuentan con mayor predicamento, por su menor riesgo, las cifras abultadas de déficit suelen generar una escalada alcista de los tipos de interés oficiales. Todos los bonos europeos bajaron ayer con fuerza y rompieron la racha de meses.