Baleares destinará este año 40 millones de la ecotasa a proyectos turísticos
La Comunidad Autónoma de Baleares destinará este año 40 millones de euros, procedentes de la tasa que cobra a los turistas por su estancia en las islas (ecotasa), a nuevos proyectos turísticos. El consejero de Turismo, Celestí Alomar, considera que 'la recaudación nos permitirá rehabilitar los espacios turísticos deteriorados, proteger los parques naturales y recuperar el patrimonio histórico'.
El año pasado, el Gobierno recaudó por esta partida 18 millones de euros, que permitieron la renovación de espacios y potenciar sistemas de ahorro de agua y energía.
Las islas recibieron en 2002 nueve millones de turistas, un 6,7% menos que en 2001. Alomar explica que 'esta caída se debe principalmente a la crisis surgida en su principal mercado, el alemán. Para este año, las cosas no irán mejor en el sector turístico, ya que la llegada de alemanes continuará en descenso'. Ayer se conocían los datos del paro en aquel país. El número de parados se incrementó en 398.000 personas en enero, lo que situó el total de desempleados en 4,623 millones, el nivel más elevado desde que Gerhard Schröder está en el poder. Esta circunstancia 'imposibilitará el despegue del consumo en general y del turístico en particular', según el sector hotelero.
A pesar de que el turismo alemán a Baleares descendió; el nacional y el italiano subieron un 1% y un 14%, respectivamente, 'lo que compensó en cierta forma la pérdida de sus visitantes más habituales'. En cuanto a la ocupación media por turista, también cayó hasta 9,2 días, frente a los 9,3 días del año anterior, según Alomar. Mientras que las estancias en los hoteles de la zona cayeron un 3%, los precios de los establecimientos subían un 4,9%.
El año pasado, los hoteleros se opusieron a la ecotasa argumentando que la forma de imponerla 'daba mala imagen fuera de España'. Ayer, Rafael Borras, secretario general de la Federación de Comercio, Restauración y Turismo de CC OO, afirmó que la actitud de la patronal hotelera frente al Gobierno balear 'hace más daño al sector que siete huelgas'.