Los metales preciosos marcan nuevos máximos por la tensión bélica
Los mercados están pendientes de conocer hoy el discurso del secretario de Estado de Estados Unidos, Colin Powell, sobre las pruebas de armamento en Irak. Esta demostración significa para muchos expertos el punto de partida del desembarque inminente de las tropas estadounidenses en Oriente Próximo.
Una situación geopolítica como la actual, con el añadido de las incertidumbres que genera, ha hecho que los mercados de renta variable se precipiten en sus descensos, a la vez que el dólar sigue depreciándose frente al euro. Todo ello ha provocado que los inversores hayan buscado refugio en los metales.
La especulación ha ido en aumento. Ayer, con el discurso de Powell en puertas, la onza de oro se situó a 378,85 dólares la onza, lo que significa el nivel más alto desde noviembre de 1996. Sólo en lo que llevamos de año, el precio se ha incrementado un 8,84%, y desde diciembre, el 19%.
El platino, a la cabeza
La plata se negociaba a 4,86 dólares la onza, mientras que el platino se encontraba por encima de los 703 dólares, el nivel más alto desde marzo de 1980.
Un analista de UBS Warburg, Andy Magg, comentaba ayer que la subida del platino va a ser más difícil de frenar que la del oro por tres motivos fundamentalmente: la demanda para la fabricación de joyas sigue alta. En este momento, además, se están llevando a cabo proyectos de nuevas tecnologías que utilizan como materia prima el platino. La amenaza de huelga en una de las mayores productoras del mundo, la rusa Norilsk, también ha disparado los precios.
Las compras han sido más fuertes estos días debido a la depreciación del dólar. El oro, denominado en la moneda estadounidense, la convierte en una atractiva opción para los inversores europeos.