Los sectores financiero y tecnológico llevan las Bolsas a zona de mínimos
Por más que se escarbe en la prensa, no hay manera de encontrar noticias susceptibles de sacar a los mercados de la tendencia bajista. La guerra domina el discurso de los estrategas, pero no es el único lastre para los mercados. Alcatel y AIG dieron ayer un nuevo susto a aquellos gestores más apegados al terreno en forma de malas previsiones, la primera, y pérdidas extraordinarias, la segunda.
De forma paralela, el mercado aguardaba con mucho miedo y sin un ápice de optimismo la presentación de resultados de Cisco, ayer al cierre de Wall Street, y la comparecencia en el Consejo de Seguridad de la ONU. Por si fuera poco, otro frente de tensión militar se está larvando en Corea del Norte.
Sorprendentemente, la Bolsa aguantó durante toda la sesión con pérdidas inferiores al 1,5%. Fue en la última hora de negociación cuando el mercado perdió pie. Cayó menos, no obstante, que el resto de las principales plazas europeas, que vivieron un chaparrón vendedor. Francfort bajó un 4,32%; París, un 3,19%, y Londres, un 2,69%. El Dow Jones perdía un 1,8% en el periodo de coincidencia operativa con las Bolsas europeas. En todos los casos se trata de los registros más bajos del año. La Bolsa alemana, además, queda sólo un 1% por encima de los mínimos del 9 de octubre de 2002, frente al 9,4% del mercado español y el 7,8% del francés.
La composición del Ibex jugó a favor del índice en la sesión de ayer. Sin ninguna aseguradora en el selectivo y un peso tecnológico muy inferior al de otros mercados, la Bolsa se libró de las pérdidas desatadas en estos dos sectores.
Aun así, el BBVA se dejó el 4,73% en la sesión, acuciado por las recomendaciones negativas y por el mal momento del sector, mientras Telefónica cayó un 2,86%, y Santander, el 3,95%. Sogecable fue el valor que más bajó, un 8,04%, a causa de una recomendación muy negativa de Deutsche Bank.
El volumen de negociación en el mercado español volvió a ser bajo, 1.200 millones de euros sin tener en cuenta operaciones especiales y de bloques. Santander movió el 3,2% de su capital en operaciones fuera de mercado. Se trata de operaciones de lavado de cupón vinculadas al pago de dividendo.
Paralelamente, la Bolsa de Madrid difundió ayer los datos de negociación correspondientes al mes de enero de 2003. Según estas cifras, el efectivo negociado creció el 10% en el arranque de año.
El primer susto del día lo dio Alcatel. La compañía francesa anunciaba a primera hora de la mañana los resultados del cuarto trimestre, que vinieron acompañados de una previsión negativa para la primera parte de 2003. La acción cedió el 7,74%, y agudizó el pesimismo que ya desatase Ericsson el lunes.
Caen las tecnológicas
Las empresas tecnológicas, sobre todo las fabricantes de equipos para telecomunicaciones, están notando el recorte de gastos de las grandes telecos. Ericsson y Alcatel habían remontado posiciones a toda máquina durante los últimos meses, pero sus cuentas demuestran que, una vez más, los inversores han pecado de apresurados.
El segundo susto vino de Estados Unidos. La aseguradora American International Group (AIG) provisionó 1.800 millones de dólares. La noticia es muy negativa porque el mercado percibía menos riesgo.
Los expertos, preocupados por el debilitamiento del consumo
El consumidor estadounidense, el ciudadano anónimo, no ha permitido que la crisis llegue a mayores. Ha mantenido sus pautas de consumo durante los dos últimos años mientras las empresas dejaban de gastar. Pero en el último frente de la batalla contra la crisis empiezan a abrirse algunas grietas.Los datos de confianza del consumidor presentados el pasado viernes en Estados Unidos fueron peores de lo esperado. Está en el nivel más bajo desde octubre. Paralelamente, la cifra preliminar del producto interior bruto del cuarto trimestre indicó que el consumo privado creció al ritmo más bajo en una década, el 1%, cuando entre junio y septiembre creció el 4,2%. En bienes duraderos, como automóviles, la caída del gasto fue del 7,3%, el peor dato en 12 años. Tanto el indicador adelantado como el que no lo es dicen lo mismo: el consumidor gasta menos. No pasa nada, es por la guerra, se puede argumentar. Pero precisamente ése es el tema. En una situación de crisis económica y desequilibrios históricos viene un conflicto bélico. Steve Galbraith, de Morgan Stanley, comentaba que son las empresas tecnológicas quienes ya han reducido las estimaciones de beneficios, y ahora son las empresas de consumo quienes empiezan decaer. Los expertos advierten de esta circunstancia, porque se produce en una coyuntura marcada por tipos de interés en mínimos históricos, lo que reduce el margen de maniobra de las autoridades monetarias. Además, el nivel de endeudamiento de las familias ha crecido de manera alarmante en los últimos tiempos, con lo que se limita, del mismo modo, la capacidad para aumentar el nivel de endeudamiento. En términos puramente bursátiles, esta debilidad progresiva acentúa el deterioro de los resultados empresariales. O lo que es lo mismo, no abarata los precios del mercado.