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Tribuna
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El peligro invisible

Alexéi K. Platónov y José Manuel Redondo

La sociedad depende hoy de las tecnologías modernas para un cierto nivel de confort doméstico. Una de las riquezas naturales que facilita el bienestar es el petróleo. Sin esta sangre de la tierra realizar las actividades económicas es imposible.

Mientras las tecnologías energéticas más limpias están por desarrollar, tenemos que aceptar los riesgos asociados al transporte de crudo. Y si hay transporte es evidente que ocurren accidentes. Lo único que podemos hacer es disminuir su probabilidad, pero excluir definitivamente la posibilidad de averías de cualquier tipo de vehículos, también de los petroleros y de los buques, es imposible.

De otro lado, el transporte marítimo es muy rentable y es poco conocido que por mar se transporta un mayor volumen de productos que por la tierra. Pero esto no quiere decir que el transporte marítimo no tenga problemas. Un de ellos es el ecológico. Como todo tipo de transporte, los buques tienen sus desechos, que no siempre están tratados adecuadamente.

La masa de todas las manchas pequeñas en un año en aguas costeras de Europa es mayor que varios derrames como el del 'Prestige'En el mar balear se observan claramente las rutas marítimas habituales de los petroleros debido a las manchas y estelas de petróleo

El petróleo crudo es un complejo de hidrocarburos que contiene cerca de 1.000 sustancias químicas. La mayor causa de pérdida de crudo o de productos petroquímicos asociados en alta mar está relacionada con el tráfico marítimo de estas substancias peligrosas mediante petroleros. Es evidente que los petroleros no pueden viajar con los tanques medio vacíos por seguridad de navegación (el buque pierde estabilidad). Los tanques tienen que estar vacíos o llenos por completo.

En la práctica, lo que se hace es llenar los tanques de crudo con agua del mar. Así se consigue la estabilización del centro de peso del buque, lo que es muy importante en el caso de marejada. El petróleo es menos pesado que el agua y en los puertos es fácil recogerlo desde la capa superior de los tanques, pero durante el viaje las aguas marinas se mezclan (aun en cantidades pequeñas relativamente) con el crudo y ya son contaminadas.

La mayoría de los puertos europeos ya tiene los terminales especiales para recoger esta agua de lastre, pero es cuestión de dinero y de tiempo: un petrolero amarrado en el muelle sólo trae pérdidas económicas para sus armadores. Por esto, a veces los capitanes de los petroleros tienen que echar esta agua de lastre al mar abierto sin ningún procedimiento adecuado, otras veces pequeños accidentes o limpiezas de sentinas ocasionan derrames de crudo.

Los grandes accidentes marítimos llaman mucha atención pública por su evidente impacto ambiental pero los pequeños y habituales derrames asociados con el servicio técnico de los buques quedan en la sombra. El crudo y sus productos químicos asociados son un veneno tanto para los ecosistemas terrestres y acuáticos como para el hombre. Entrando en la cadena alimenticia, estos productos cancerígenos y tóxicos en muy pequeñas cantidades poco a poco se acumulan en distintas especies marinas, algunas de las cuales son filtros naturales, como son moluscos, plancton, etcétera, y es muy probable que un día, sin control adecuado, lleguen a nuestra mesa.

Hay otro peligro relacionado con las actividades de deslastre de los buques: es la contaminación biológica causada por los organismos invasores. Miles y miles de pequeños organismos, bacterias, algas, etcétera, viajan desde un continente a otro con las aguas de lastre. Entrando en el ambiente marino local estas especies extrañas realizan un verdadero impacto biológico afectando muy seriamente el hábitat y las especies locales.

Según nuestros estudios, realizados en el ámbito del Proyecto Europeo Clean Seas (1996-1999), en el mar balear se observan claramente las rutas marítimas habituales de los petroleros debido a las manchas y estelas de petróleo, aceites y/o substancias petroquímicas parecidas por sus propiedades tensioactivas, que aparecen como vertidos oscuros en las imágenes de satélites ERS-1/2 equipados con el dispositivo de radar de apertura sintética SAR.

En las rutas marítimas cercanas a Marsella fueron detectados menos casos de derrames que cerca de Barcelona. Esto parece ser el resultado de que en las aguas españolas no existe un control tan riguroso de la contaminación marina, hecho que permite a los capitanes de los buques efectuar los deslastres y otras operaciones técnicas en mar abierto sin ninguna precaución. El área total de todos los vertidos confirmados detectados durante casi dos años de observaciones en el Mediterráneo noroccidental fue de 1.521 kilómetros cuadrados.

Los derrames pequeños habituales en alta mar no tienen menos importancia que la de los grandes accidentes, ya que su masa total vertida es incluso bastante mayor debido a su gran frecuencia. La masa total anual estimada de todas las manchas pequeñas en un año en aguas costeras de Europa es mayor que varios derrames de crudo provocados por grandes naufragios de un petrolero tipo Erika (18.000 toneladas, ocurrido en 1999, o del Prestige (aún no se sabe cuántas toneladas) este año.

Los medios modernos de análisis de imágenes aplicados, incluyendo el análisis multifractal, permiten detectar los derrames y distinguir su carácter natural o artificial. Las aplicaciones analíticas propuestas y las imágenes obtenidas de forma periódica sirven como herramienta práctica para las necesidades actuales de monitorización, policía espacial y seguimiento de los derrames en el mar y la detección de fuentes de contaminación tanto en alta mar como cerca de la costa.

Con el lanzamiento del nuevo satélite Envisat por la ESA, equipado con un nuevo dispositivo avanzado ASAR, mejoran las posibilidades de una monitorización de la superficie marina y de la detección de derrames. Asimismo el dispositivo SAR puede ser instalado a bordo de helicópteros o aviones para realizar observaciones del área marítima con mayor frecuencia. Pero, ¿cuál es la institución responsable de este control y cuál cuenta con los medios técnicos adecuados ?

Se ha demostrado innumerables veces el valor de la prevención. Es de vital importancia la colaboración entre los científicos, las Administraciones locales, estatales y europeas y las empresas e industrias para definir claramente los problemas de contaminación y disminuir al máximo sus efectos negativos sobre la calidad de vida y el medio ambiente.

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