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Nuevas tendencias

Móviles en la pasarela

Convertir el móvil en un accesorio de moda que se combina con las prendas de vestir es el último intento de los fabricantes para animar el negocio de terminales

Los principales fabricantes de teléfonos móviles están decididos a dar un empujón al estancado negocio de terminales. El último movimiento no tiene nada que ver con promesas de sofisticada tecnología o maravillas multimedia. Es mucho más superficial, se basa en la apariencia externa, en la concepción del móvil como un objeto de deseo, un complemento o un adorno para combinar con las prendas de vestir y que podrá cambiar dependiendo de si el usuario va a una encopetada fiesta, a la disco o a tomar unas cañas con los amigos.

Esta semana Siemens presentó en Londres una nueva línea de móviles que captura esta tendencia. La compañía alemana empezará a comercializar en abril sus móviles Xelibri, que George Appling, presidente del nuevo negocio, describió como 'accesorios de moda con los que se puede hacer llamadas'. Otras firmas como Nokia y Motorola han desarrollado estrategias similares en colaboración con algunos de los más renombrados diseñadores para atraer a la clientela más fascinada por el glamour y las marcas.

'El negocio de terminales roza la saturación con índices de penetración que en algunos mercados se sitúa entre el 70% y el 85% y el crecimiento se halla estancado', señaló George Appling en la presentación de Siemens de su marca Xelibri. En su opinión, hoy el diseño se ha convertido en uno de los principales criterios de compra. Mucha gente elige los móviles más por su estética que por sus características técnicas y les gusta exhibirlos. 'Eso demuestra que estos dispositivos tienen un gran potencial para convertirse en un accesorio de moda más, como lo puede ser un reloj, un bolso, unos zapatos o unas gafas de sol'.

El aspecto del móvil supone en Europa un 70% en la decisión de compra

En el escenario idílico imaginado por la compañía, los usuarios fanáticos de la moda podrían llegar a tener hasta 10 terminales, que cambiarían en función del estado de ánimo, la ocasión o la ropa que lleven. Siemens tiene previsto lanzar dos colecciones de la nueva marca al año, primavera-verano y otoño-invierno, al igual que hacen las casas de alta costura. Y los comercializará en los principales mercados europeos (Alemania, España, Francia, Italia y Reino Unido) y en China y Hong Kong.

Los teléfonos Xelibri, con un diseño rompedor, están concebidos para llevarse como un adorno (con una cadena al cuello, en el cinturón o en un brazalete...) y los precios de los cuatro primeros modelos oscilarán entre 200 y 400 euros. Las capacidades técnicas estarán limitadas a las llamadas de voz y los mensajes SMS. 'Las sofisticaciones multimedia las dejamos para otras de nuestras líneas de negocio', dice Appling. Los canales de venta no serán los habituales establecimientos especializados en terminales, sino las tiendas moda y grandes almacenes. Los Xelibri estarán disponibles en cantidades limitadas y Siemens calcula que tendrán un ciclo de vida de 12 meses, bastante más corto que el de los actuales móviles.

Móviles con zafiros y rubíes

Siemens no está sola en la estrategia de intentar convertir al móvil en un objeto con valor estético que merece la pena lucir. Nokia, la líder del mercado de terminales, ha llevado esta idea al extremo con la creación de su filial Vertu, que comercializa móviles de lujo decorados con piedras preciosas como zafiros y rubíes, con precios que pueden alcanzar hasta 30.000 euros la unidad.

Motorola, por su parte, ha abierto un centro de diseño en Milán para absorber las últimas tendencias de la alta costura y añadirlas a sus teléfonos más lujosos. En España, la firma ha llegado a acuerdos con los diseñadores más famosos, como Jesús del Pozo, Montesinos, Antonio Miró, Roberto Verino y Devota y Lomba, que han creado minibolsos y fundas para el Motorola V.66. Vitorio y Luchino diseñaron cadenas de plata y circonitas para llevar como colgante el modelo V.70, un móvil muy vistoso con una tapa de apertura giratoria.

Habrá quien piense que este tipo de estrategias no son más que frivolidades que poco tienen que ver con el negocio de las comunicaciones, pero según Lulius Lucaci, director creativo del centro de Motorola en Milán, el aspecto del móvil tiene cada vez más peso en la decisión de compra y en Europa este porcentaje supone el 70%.

Otras compañías como IBM, pese a no estar en el negocio de terminales, está investigando en su centro de I+D de Almaden (EE UU), en colaboración con firmas de joyería, un teléfono diminuto que iría instalado en un pendiente. La idea forma parte de un proyecto más amplio que intenta integrar la informática y las comunicaciones en los objetos que forman parte de la vida cotidiana de la gente. La empresa ha desarrollado junto con Citizen Watch un prototipo de reloj de muñeca, basado en el sistema operativo Linux, que incluye funciones de voz y conectividad infrarroja sin hilos.

Hasta hace unos meses la industria de los terminales móviles se hundía atacada por la crisis global de las telecos y con la esperanza puesta en una tercera generación de telefonía móvil que no acaba de materializarse. Pero ahora parece que el sector se está reinventando a sí mismo y explorando mercados que pueden deparar algunas sorpresas.

Algunos rayos de esperanza para el sector

Los múltiples retrasos sufridos en el lanzamiento de la telefonía móvil de tercera generación y la recesión global han atacado duramente al sector de fabricantes de terminales móviles, que ha tenido que afrontar profundos ajustes y despidos masivos. Hace una semana, Nokia, la líder indiscutible con una cuota de mercado del 38%, presentó sus resultados anuales, que fueron mejores de lo esperado. La firma obtuvo en el último ejercicio fiscal un incremento en su beneficio neto del 54%, hasta 3.381 millones de euros. Pese a las malas condiciones del mercado y el retraimiento del consumo, Nokia vendió en 2002 una cifra récord de 152 millones de teléfonos. Sin embargo, sus previsiones para el primer trimestre de este año fueron bastante pesimistas, ensombrecidas aún más por el clima prebélico. Motorola, segunda en el ranking en el mercado de terminales móviles a bastante distancia de Nokia, ha anunciado una recuperación en el último trimestre del año pasado, pese a que los resultados generales del ejercicio continúan arrojando pérdidas. Sin embargo, algo de luz se deja ver entre los nubarrones, la industria ha recibido un impulso con la decisión de las principales operadoras de lanzar nuevos servicios multimedia en redes GPRS (la llamada generación dos y media), mientras llega la tercera generación. La iniciativa, lanzada ahora por Siemens y otras firmas para explotar las características estéticas y de diseño de los terminales, puede marcar nuevos derroteros en el negocio, aunque seguro que esta idea no es muy del agrado de las operadoras, que lo que quieren es que su clientes gasten cada vez más en sus servicios avanzados y no están interesadas en que dispongan de más de un móvil. Y en el caso de Xelibri existe además la posibilidad de cambiar la tarjeta SIM fácilmente y por tanto de operadora cuando el usuario quiera.

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