Mayoría de dinero para la renta fija
El intenso deterioro de la renta variable durante el pasado año agudizó la tendencia de los inversores en busca de alternativas más seguras entre los planes de pensiones. Las aportaciones netas realizadas durante el pasado año por los partícipes (es decir, las aportaciones una vez deducidas las prestaciones de los planes a sus asociados) superaron ligeramente los 3.000 millones de euros, de los cuales 2.236 millones entraron en los fondos de pensiones a lo largo del último trimestre del año.
De los poco más de 3.000 millones de euros de aportaciones netas, casi la mitad del dinero entró en los planes de pensiones de renta fija. Un porcentaje también elevado fue a parar a los fondos de tipo mixto, aquellos que distribuyen sus inversiones entre la renta variable y la renta fija, aunque en los dos últimos años se han volcado de forma especial en las inversiones de renta fija para tratar de minimizar el impacto de la crisis de los mercados para los partícipes de los fondos. La suma de los patrimonios incorporados a lo largo del pasado año a los planes de pensiones ha tenido, por lo tanto, un perfil mayoritariamente defensivo.
La desconfianza de los partícipes hacia los fondos de pensiones que impliquen un cierto nivel de riesgo se reflejó en la casi nula entrada de dinero en los planes de pensiones de renta variable. Las entradas representaron en estos fondos apenas un 5% de las aportaciones totales realizadas en el año.
La negativa experiencia del pasado año corre el riesgo de repetirse a lo largo de los primeros meses de este ejercicio
La experiencia del pasado año corre el riesgo de repetirse a lo largo de los primeros meses de este ejercicio. La prometedora subida de las Bolsas en las dos primeras semanas del año ha terminado por truncarse en la segunda parte del mes de enero recién finalizado, lo que ha neutralizado por completo las ganancias de la mayor parte de los planes de pensiones que se habían destacado en las primeras semanas del año como los más rentables.
Ahora, los ojos están puestos en la renta fija como activo más prometedor debido a la evolución de los tipos de interés en los últimos días. A medida que crece la desconfianza en las Bolsas, aumenta el descuento de una próxima bajada de tipos de interés y, por lo tanto, se reducen las rentabilidades a largo plazo como consecuencia de la fuerte presión compradora sobre los activos de renta fija.
Las rentabilidades a 10 años están en estos momentos en sus mínimos de los últimos años, lo que repercute en los fondos de renta fija al incrementar su rentabilidad. Los mercados están dando por supuesto que la bajada de tipos de interés se producirá antes del verano, ya que los riesgos de inflación han disminuido y el apremio de los responsables de la política económica en favor de medidas estimulantes de la economía es cada vez mayor.
Las oportunidades son, por lo tanto, favorables para los planes de pensiones de renta fija, en especial para los que invierten a medio y largo plazo. La oferta de fondos de este tipo es la más amplia de las cinco grandes categorías de planes de pensiones existentes en España. Además, los inversores que tienen su dinero en un plan de pensiones pueden cambiarse a otro sin coste fiscal alguno, una posibilidad que ya existía desde hace algunos años, aunque ahora se ha hecho extensiva a los fondos de inversión.