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EE UU

La Reserva Federal no disipa el temor de Wall Street a una guerra

Descontada la posibilidad de un cambio en los tipos de interés, los mercados fijaron ayer su atención en la posición de la Reserva Federal respecto a la evolución futura de la economía. Una vez más, el banco central estadounidense adoptó un discurso moderado con la intención de no perjudicar todavía más a las Bolsas.

Los índices de Wall Street casi ni se inmutaron tras conocer el comunicado de la autoridad monetaria estadounidense. El Dow Jones, que en ese momento registraba ligeras pérdidas, terminó la sesión con un alza del 0,27%. Por su parte, el Nasdaq, que a esas alturas ya se había recuperado de las notables caídas de la mañana, cerró con una subida del 1,19%.

La mayoría de los analistas había previsto un discurso plano del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, teniendo en cuenta que el panorama geopolítico sigue incierto. Así, la propia Fed reconoció ayer la imposibilidad de ofrecer una previsión más o menos acurada de la evolución económica hasta conocer el impacto de una posible guerra en Irak y los efectos de las medidas fiscales anunciadas que planea el Gobierno estadounidense.

Mucho más influyentes para la Bolsas fueron las palabras del presidente de EE UU, George Bush, quien en la víspera dejó entrever que una guerra en Irak es inevitable. El Dow Jones y el Nasdaq llegaron a caer después de la apertura un 1,77% y un 1,62%, respectivamente, condicionados por el discurso belicista del presidente estadounidense. Sin embargo, ambos índices se recuperaron poco a poco de las pérdidas y minutos antes del comunicado de la Fed ya habían abandonado los números rojos.

Las alzas en el Nasdaq estuvieron apoyadas por los buenos resultados que presentó el fabricante de software Novellus Systems (+6,95%) y por las mejoras de recomendación de algunos analistas sobre compañías tecnológicas, como la de Prudential sobre Applied Materials (+3,71%). Prudential también echó una mano al Dow al elevar a mejor que el mercado la recomendación de Exxon. La petrolera subió el 3,86%, la mayor alza del índice, y tiró del mercado.

Pese a la subida de Wall Street, los analistas insistían ayer en que el comunicado de la Reserva federal no cambia en absoluto el sentimiento negativo del mercado. 'La incertidumbre no ha desaparecido. Nada está claro. Las posibilidades de guerra son muchas, pero ni se sabe si ésta será corta o duradera ni tampoco cómo afectará a las economías de EE UU y Europa. Hasta que no haya una resolución al conflicto más vale permanecer al margen del mercado', apuntaba ayer un gestor de carteras.

En efecto, el calendario político anticipa más incertidumbre, como mínimo hasta mediados de febrero. El día cinco de ese mes el secretario de Estado estadounidense, Colin Powell, hablará ante la ONU para explicar las razones por las que EE UU considera que se debe atacar al país de Oriente Próximo. Aunque algunos expertos consideran que EE UU no tomará una decisión hasta que se conozca el nuevo informe de los inspectores de la ONU, el día 14.

La volatilidad alcanza el 8% en los índices europeos

La extrema volatilidad que registraron ayer las Bolsas europeas es un ejemplo más de la incertidumbre que azota los mercados. Los vaivenes fueron tan bruscos que algunos índices, como el Dax alemán y el Euro Stoxx 50, pasaron de perforar los mínimos marcados en octubre a terminar la sesión con alzas.La Bolsa de Francfort, que por la mañana perdía un 4%, terminó con una subida del 1,32%. La volatilidad de esta plaza, medida por la diferencia entre el mínimo y el máximo de la sesión, llegó a alcanzar el 8%. El euro Stoxx 50 subió el 1,35% y cerró en 2.189,05 puntos, un 5% por encima del nivel más bajo registrado durante la sesión. Algo muy similar ocurrió en la Bolsa parisina, que acabó con un alza del 1,43%, cuando por la mañana cedió un 2,3%; o con el índice Mib 30 de Milán, que subió el 0,93% pese a llegar a caer un 0,96%. Sin embargo, la recuperación final de las Bolsas europeas poco tuvo que ver con un cambio de sentimiento de los inversores y mucho con la especulación y el ajuste de carteras. En Francfort, los operadores atribuyeron el rebote a la posibilidad de que DaimlerChrysler anuncie que doblará el dividendo. El fabricante de automóviles subió el 2,28% y tiró del resto del mercado. Otro rumor contribuyó al empuje del sector tecnológico, el interés de Microsoft por tomar una fuerte participación en Nokia. La finlandesa subió el 3,1% y empujó al índice de tecnología del Stoxx 600 a una revalorización del 1,83%. La recuperación de Wall Street a media sesión también ayudó. No obstante, algunos expertos apuntaron que algunos inversores se lanzaron a comprar en las últimas horas de la tarde para cubrir sus posiciones cortas (de venta) en los mercados de futuros ante la imposibilidad de reaccionar a las conclusiones de la última reunión de la Reserva Federal estadounidense.

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