Londres exige más flexibilidad para adoptar el euro
Gran Bretaña supedita cualquier decisión sobre el euro a los cinco tests con los que el ministro de Economía, Gordon Brown, intenta medir el impacto de la adhesión en términos de empleo, tipo de cambio y competitividad.
La primera prueba, sin embargo, estriba en la interpretación del Pacto de Estabilidad o conjunto de compromisos con el rigor fiscal suscritos por los países del euro. El ministro británico no comparte la aplicación nominal de los criterios sobre el déficit y la deuda públicas del comisario de Economía, Pedro Solbes.
El Gobierno británico, según el rotativo The Guardian, rechazó ayer mismo cualquier petición comunitaria en favor de un recorte del gasto público, propuesta que atribuye a una interpretación 'doctrinaria' del Pacto. El análisis de la Comisión sobre el programa británico, según las filtraciones recogidas por diversos medios, advierte a Brown que sus previsiones de crecimiento del 2,75% son 'demasiado optimistas', por lo que el déficit podría aproximarse al máximo del 3% del PIB permitido por el Pacto de Estabilidad.
'Siempre hemos dejado claro que rechazamos un interpretación extremadamente rígida del Pacto que no tome en cuenta el impacto del ciclo, la deuda pública y la importancia de la inversión pública', afirmó una portavoz del Tesoro británico, en declaraciones reproducidas por The Guardian.
Opinión favorable
Londres y Bruselas también discrepan sobre el criterio de convergencia que exige un tipo de cambio estable durante dos años a la divisa que pretenda integrarse en el euro. La Comisión, hasta ahora, identificaba esa estabilidad con la pertenencia al sistema europeo de tipos de cambio (SME II) que permite una fluctuación hacia arriba o abajo del 15% respecto al euro.
Gran Bretaña, sin embargo, pugna por evitar el regreso de la libra a un sistema que abandonó abruptamente tras los ataques especulativos que desembocaron en el martes negro de 1992. El diario británico, Financial Times, afirmaba en su edición de ayer que Solbes está dispuesto a mostrarse comprensivo con la exigencia británica.
Por su parte, el vicepresidente del Ejecutivo comunitario, Neil Kinnock, señaló ayer que si se llevan a cabo las reformas financieras previstas para la Unión Europea, los británicos verían más clara la necesidad de adoptar el moneda europea.
Los ministros de Finanzas de la UE debatirán el próximo mes de marzo las propuestas del Pacto de Estabilidad y Crecimiento para flexibilizar la normativa financiera que afecta a la zona euro.
En una entrevista con la BBC Online, Kinnock, pro europeísta, ex comisario y gran aliado del primer ministro británico, Tony Blair, adelantó que el referéndum sobre la entrada de Gran Bretaña en la Unión Monetaria podría celebrarse en 2004, o incluso en 2005, año en el que es posible que se celebren las elecciones generales.
Por último, Kinnock adelantó que dicha consulta se celebrará en función de la situación económica del Reino Unido, la paridad entre la libra y el euro y la percepción de la opinión pública.
La divisa cae en una sesión con altibajos
El euro bajó ayer frente al dólar al final de la jornada, después de subir fuertemente en la sesión matinal ante el aumento de las posibilidades de una guerra contra Irak tras el discurso del presidente estadounidense, George W. Bush.A primera hora de la tarde, la moneda única europea se cambiaba a 1,0860 dólares, frente a los 1,0879 dólares de primera hora de la mañana. Por su parte, el Banco Central Europeo (BCE) fijó el cambio oficial del euro en 1,0868 dólares. La moneda europea registró una corrección a la baja al final de la negociación para situarse por debajo del nivel de la apertura, tras haber registrado una fuerte subida por la mañana, después de que las palabras de Bush en su discurso sobre el Estado de la Unión provocaran una venta de dólares, lo que favoreció la cotización del euro. Fuentes del mercado de divisas señalaron que la alocución de Bush ha sido interpretada como la intención de EE UU de prepararse para la guerra con Irak. Sin embargo, la divisa europea logró mantenerse estable por encima de los 1,08 dólares.